Te vas a encontrar un camión de frente. Si te avisan, tal vez conduzcas más alerta. ¿Querrías saberlo? El camión serían las enfermedades ocultas en nuestro ADN, y el aviso, un análisis genético para detectarlas y prevenirlas.

"A través de unas ecuaciones muy complejas somos capaces de ajustar cada uno de los riesgos de más de 100 enfermedades que damos", explica Ramón Catalá, CEO de 'Tell me gen'.

Enviamos a esta empresa una muestra de saliva y dos semanas después recibimos en nuestro email las enfermedades que tenemos más riesgo de sufrir, unas cuantas. "¿Quiere decir que vas a sufrirlas? No, solo que tienes más riesgo", señala Catalá.

De algo hay que morir, pero impresiona, así que llevamos los resultados al mayor congreso de genética que se ha hecho en nuestro país y se los enseñamos a los presidentes de las dos asociaciones de genética más importantes. "Me parece de denuncia", "Estoy alucinando", así reaccionan.

Rechazan estos análisis porque dan porcentajes, riesgos elevados o disminuidos que pueden causar angustia por una enfermedad que en realidad no se tiene o lo contrario, una falsa seguridad por una enfermedad que se piensa que no se va a tener.

Por ejemplo, nuestro riesgo de sufrir cáncer de mama está por debajo de la media. "A nivel clínico no tiene valor. Esta mujer tiene que seguir haciéndose el cribado de cáncer de mama como cualquiera", señala Clara Serra, presidenta de la Asociación Española de Asesoramiento Genético.

No asesoran al cliente ni antes ni después de hacer el test, como obliga la Ley de Investigación Biomédica. En su lugar, hacen firmar antes un consentimiento que dice que los resultados nos pueden causar estrés emocional o que no sustituyen la atención personalizada de profesionales y nos ofrecen después un foro médico online para resolver nuestras dudas de manera pública. Si queremos más privacidad, nos lo cobran. Además no secuencian el gen completamente.

Tras saber todo esto volvemos a la empresa. Admiten que el test se basa en marcadores parciales y que los resultados, sin consejo médico "hay que saber interpretarlos": "Te estamos diciendo si tienes más o menos riesgo. Luego cada persona decide".

Defienden que hacen un trabajo legal y riguroso que, por cierto, cuesta 400 euros, que a nosotros no nos cobran por nuestra finalidad informativa.