Loterías y Apuestas del Estado ha publicado los cuatro anuncios de la Lotería de Navidad 2019, que se han realizado bajo el lema 'Cuando compartes un décimo compartes mucho más' y cuentan cuatro historias sobre la ilusión de compartir un décimo.

"Queríamos pisar el suelo y que cada uno se viera reflejado en esas historias porque la lotería tiene que ver con lo que nos pasa por la calle", ha explicado Jesús Huerta Almendro, presidente de Loterías y Apuestas del Estado,en la presentación este jueves del Sorteo Extraordinario de Navidad.

Parte de la familia

Pilar y Félix, exsuegro y exnuera, son los protagonistas del primer anuncio, grabado en Fuenlabrada y que ha dado el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas. Él acude en autobús a casa de Pilar y, cuando le llama al portero automático, ésta le indica que sus nietos están con su hijo.

Félix siempre le compra un décimo, pero ahora ella se ha divorciado de su hijo. Sin embargo, "para mí sigues siendo parte de la familia", le dice a Pilar mientras le entrega un décimo. Esta, emocionada, abraza a Félix y comparten charla y café.

Más que un número

Emilio, el protagonista de la segunda historia, acude a la empresa en la que ha trabajado durante toda la vida en su primer día como jubilado. Su hija, Gloria, es la nueva gerente y trata de hacerle entender que puede confiar en ella eligiendo el número con el que van a jugar a la Lotería este año.

La sorpresa llega cuando le explica que el número no es una cifra al azar. Se trata de la fecha en la que Emilio inauguró la empresa, hace 40 años.

 

Un regalo especial

El toque de humor lo da la tercera historia. En ella se presenta a Ramón, un padre de familia al que le cuesta aceptar al reciente novio de su hija, José, y se niega a regalarle uno de los décimos que ha comprado para sus hijos. Este aparece en su casa con una botella de vino y un regalo muy especial.

Cuando menos se lo espera, José le dice que les ha comprado un décimo. Entonces, Ramón, sorprendido ante la acción del chico, decide ser más permisivo y lo acepta como uno más.

 

Un soplo de esperanza

La cuarta historia la protagoniza Víctor, un celador que decide compartir su décimo con Carmen, una paciente que no quiere comprar Lotería esta Navidad por no tener mucha esperanza en su recuperación. Cuando ella le explica que ha decidido no comprar el décimo de la planta, Víctor decide entregarle el suyo y proponerle que lo compartan.

"Tú piensa solo en una cosa, ¿vale? En qué vas a hacer con el premio cuando salgas de aquí. Porque vas a salir de aquí, lo sabes", le dice.