España vive una semana decisiva para conocer su futuro político. Alberto Núñez Feijóo, candidato a la Presidencia del Gobierno, está encarando un debate de investidura complicado, por no decir imposible. El líder de los populares ha llegado al Congreso de los Diputados sin los apoyos suficientes para ser el nuevo jefe del Ejecutivo. Ello no ha evitado sin embargo que haya mantenido su apuesta por llegar a acuerdos, o al menos a los números necesarios, 'in extremis'.

Sin embargo, la primera votación ya le ha salido mal. El gallego no ha conseguido la mayoría absoluta necesaria para ser investido. Tendrá, entonces, que volver a pronunciarse sobre su proyecto en 48 horas, el viernes 29 de septiembre. Atrás queda, por tanto, el discurso de hora y media que pronunció este martes en la primera sesión.

Feijóo se mostró muy crítico con Pedro Sánchez y con esa amnistía aún no confirmada por los socialistas. Pero también intentó -aunque parece que sin mucho éxito- avisar a la cámara de que sus puertas siguen abiertas para pactar. Incluso, llegó a decir: "Tengo a mi alcance los votos, pero no acepto el precio". Para sorpresa de los populares, Feijóo no recibió la réplica de Sánchez, sino de Óscar Puente.

Un Puente que no dudó en señalar directamente a Feijóo el hecho de que "lleve dos meses apelando como argumento casi único para exigir la presidencia que es la lista más votada". Cuando además -ha añadido- "a mí me ha sucedido igual que usted: fui el más votado para ser alcalde de Valladolid, pero sin embargo el pacto de PP y Vox me relegó a la oposición".

Así, si nada cambia, el presidente del Gobierno en funciones se mantiene a la espera del fracaso de Feijóo para intentar la suya. Al secretario general del PSOE sí parecen cuadrarle los números. Es, al menos, lo que se desprende de sus últimas declaraciones, en las que da por hecho la renovación de la coalición, pero evita expresarse sobre las condiciones para llegar a ello, como esa amnistía tan reclamada por los independentistas para los condenados por el 'procés'.

Desde ERC sí que se han pronunciado sobre el asunto. Gabriel Rufián aseguró que una futura ley de amnistía que permita un nuevo Gobierno de Pedro Sánchez "tiene que poner las bases para un nuevo 1 de octubre". Sobre la amnistía también se pronunció la diputada de Sumar, Marta Lois, quien expresó que era "una oportunidad para pasar página".