Las bases de Podemos han aprobado que sea la Ejecutiva del partido la que tenga la última decisión sobre si concurren integrados en Sumar a las elecciones del 23J. Más de 49.000 inscritos (92,92%) dan su apoyo a la cúpula morada mientras que algo mas de 3.500 (6,75%) ha rechazado que sea la directiva la que decida su futuro.

Ahora, cuando falta unas horas para que termine el plazo para presentar coaliciones o partidos al 23J, las negociaciones continúan aunque no atraviesan su mejor momento. Según ha podido saber laSexta, el papel de Irene Montero, las listas y el peso político son los principales motivos de discordia.

En la tarde del jueves, Podemos planteaba un movimiento de última hora alproponer ir en solitario en la Comunidad Valenciana y confluir con Sumar en el resto de España. La formación lo justificaba en las dificultades de concitar un acuerdo en esa región con Compromís e insistía en que había vetos.

Esa opción era inmediatamente descartada desde Sumar. Fuentes de la plataforma señalaban a laSexta que era una opción que no se contemplaba en absoluto. No obstante, desde Sumar, mediante su portavoz de campaña Ernest Urtasun, ya manifestaron que no se aplican exclusiones a nadie y que esa misma posición han trasladado partidos como Compromís y Más Madrid, aunque la dirección del Podemos ya advirtió el lunes que los vetos "personales" era una forma de torpedear la unidad.

El día final de la negociación también ha llegado en una semana convulsa para Podemos y con varios dirigentes autonómicos como Galicia, Navarra y Extremadura apelando a la responsabilidad para llegar a un acuerdo con Sumar de cara a las generales, enfatizando que la unidad de la izquierda es necesaria e imprescindible. La dirigente extremeña, Irene de Miguel, instó a "dar un paso a un lado" a los que no querían el camino de la unidad.

Ayer, la actual líder de Podemos Aragón, Maru Díaz, avanzó que dejará de ser coordinadora de la formación morada tras las elecciones generales y que tampoco recogerá su acta de diputada autonómica tras el "nefasto" resultado en las pasadas elecciones del 28M. Y lanzó un último recado a los suyos de cara a las generales y sobre la opción de lograr un frente amplio en la izquierda. Pidió "altura de miras", "generosidad" y "humildad".

Por otro lado, un miembro de Podemos (Carlos Gil que figura como consejero ciudadano estatal) registró en el Ministerio del Interior un nuevo partido político denominado 'Juntas Sí se Puede', indicando para ello como dirección social la sede central de la formación morada en Madrid. Rápidamente desde el partido indicaron que desconocían esa maniobra, que se trataba de un "error" y que rápidamente actuaron para subsanarlo pidiendo a Interior que lo borrara.