Son varios los libros que nos acercan al viejo conflicto que enciende la otra cara del mundo. Los bombardeos a la población civil en la Franja de Gaza se pueden definir como un acto terrorista continuado que Benjamín Netanyahu ha extendido a Irán, dejando al mundo al borde de una próxima guerra de exterminio global. Y para llegar a las causas o sinrazones de este último movimiento, un golpe de efecto criminal por parte de Netanyahu, nada más aparente que sumergirnos entre las páginas de un reportaje periodístico de largo aliento; un puzzle histórico compuesto por Kapucinski y titulado El Sha o la desmesura de poder (Anagrama) que nos traslada al Irán de la caída de Reza Pahlevi

Pero si prefieren algo más plástico, entonces nada mejor que la novela gráfica Persépolis (Reservoir Books) donde Marjane Satrapi nos cuenta la llegada de los ayatolás como salvadores espirituales de un pueblo doliente que va a ir del fuego a las brasas. De acuerdo con esto, el filósofo Michel Foucault tiene una serie de textos que apenas se conocen, pero en los que patina hasta caerse de culo y hacer el payaso por el entusiasmo que sus escritos desprenden hacia la revolución de los ayatolás. Fueron publicados entre septiembre de 1978 y agosto de 1979, y la mayor parte de ellos aparecieron en el Corriere della Sera.

De aquellos tiempos de confusión todavía quedan las cenizas que tiznan los petrodólares, los jurdós, dicho en caló, que son la razón suprema de todo conflicto bélico. Pero si queremos alcanzar el reino de la fantasía para penetrar con sus arquetipos en el inconsciente colectivo, nada mejor que la lectura de Perzival poema épico medieval de Wolfram von Eschenbach que comienza con las aventuras caballerescas de Gahmuret y su matrimonio con Herzeloyde, seguido del nacimiento de Parzival, su segundo hijo, pues el primero fue Feirefiz, fruto de la unión con la reina morisca Belacane. Debido a que Gahmuret era blanco y Belacane era negra, Feirefiz nació con la piel salteada de manchas blancas y negras.

A partir de esta historia, el mitólogo norteamericano Joseph Campbell realiza un estudio pormenorizado de las peripecias, lances e incidentes con los que se van a encontrar los personajes que dan forma al mundo artúrico medieval. El citado estudio se ha reunido en un volumen publicado por Atalanta bajo el título de La historia del Grial, donde Campbell -entre otros asuntos- nos cuenta cómo Feirefiz se enfrenta a su hermano Parzival. "Ambos nacieron en medio del fragor del combate. Cuando nace un león, nace muerto y despierta a la vida al oír el rugido del padre. Estos hombres despertaron a la vida gracias al rugido del combate".

De este párrafo se sirve Campbell para contarnos el choque violento entre los dos hermanos. Al ir cubiertos con armadura, ninguno de ellos sabe quién es su contrario hasta que la espada de Parzival se parte en dos y Feirefiz, en un gesto caballeresco, arroja la suya al suelo. Ambos están de pie, frente a frente. "Nunca he conocido a hombre con tanto coraje" dice Feirefiz y le pregunta el nombre a su oponente. Es entonces cuando se dan cuenta de que son hermanos, que son hijos de un mismo padre y que cada uno, por su honor, está en lucha con su contrario.

Si esto lo trasladamos a la actualidad podemos interpretar que ambos, judíos y árabes se consideran descendientes de Abraham, aunque, a través de diferentes líneas genealógicas, ya que, los judíos descienden principalmente de Isaac, el hijo de Abraham y Sara, mientras que los árabes descienden de Ismael, el hijo de Abraham y la esclava egipcia Agar. Dos mundos enfrentados, una misma sangre corriendo en una misma guerra y no precisamente por el honor caballeresco, sino por la fuente energética, en este caso el petróleo y su ofensa, la de la negra venganza. Conflictos de familia que hacen que el mundo tiemble ante el rugido de un combate de intereses económicos.

La lectura de Joseph Campbell nos enseña que el mito es un relato racional compuesto a base de símbolos, de enigmas que sólo el espíritu puede resolver, siendo su resolución la única manera de que las viejas heridas logren sanar.