En el Congreso sí se habla estos días de la lacra de la violencia de género. Hasta el momento en el que me siento a escribir este artículo, 14 mujeres y 6 menores han sido asesinados en 2021. 5 mujeres y un niño de siete años en los últimos 7 días. Quizá se hable poco teniendo en cuenta estas cifras dramáticas. Pero en el Congreso sí se debate sobre ello. Porque es evidente que algo está fallando.

3 horas y 38 minutos ha durado la Comisión de Igualdad en la que la Secretaria de Estado de Igualdad y contra la violencia de género, Noelia Vera, ha comparecido para dar cuenta de las actuaciones y, sobre todo, de los errores que hay que subsanar. La Comisión ha comenzado con un minuto de silencio para honrar a todas las mujeres víctimas del machismo. Un silencio que no ha sido unánime porque Vox ha aprovechado también este gesto para pedir que el minuto sea para honrar a todas las personas que han sido asesinadas en los últimos 7 días, no solo a las mujeres, también a los hombres que han perdido la vida en homicidios. Es desolador que ni tan siquiera en un momento así, tan doloroso, se consiga la unidad de todas las fuerzas políticas. Pero poco se puede esperar de un grupo político que, de facto, niega que las mujeres sufran una violencia específica a manos de los hombres.

Para Noelia Vera, la Secretaria de Estado de Igualdad y contra la violencia de género, se trata de una semana negra en la historia machista de nuestro país. Ha asegurado que es necesario cambiar los mecanismos de protección a las víctimas. Para el Ministerio, el escenario es de "alerta machista". La semana pasada, Irene Montero ya convocó a todos los partidos firmantes del pacto contra la violencia de género para evaluar los detalles de los mecanismos que, en teoría, deben proteger a las mujeres víctimas. Porque lo preocupante es que varias de las mujeres asesinadas en la última semana habían solicitado ayuda y esa ayuda no llegó a tiempo. Está bien que las instituciones reconozcan dónde están los agujeros y que se pongan a trabajar para taparlos. De nada sirve un pacto anunciado a bombo y platillo si no se implementa con eficacia lo acordado. Vera ha reconocido que hay que mejorar la protección y la asistencia y ha desvelado que en algunos territorios hay protocolos que llevan 5 años sin ser actualizados. Desde Igualdad reconocen que la situación es inadmisible y no se puede sostener más en el tiempo. Se han comprometido a revisar cada caso con detalle para concretar por qué la ayuda y la asistencia no han llegado a tiempo en el caso de las 5 mujeres y el menor asesinados.

Los grupos políticos que participan en el Pacto de Estado contra la violencia de género también han expuesto su análisis de la situación. Como siempre Vox ha optado por situarse al margen de todo y de todos. Ya sabemos que para ellos la violencia de género no existe y a partir de ahí poco podemos esperar. Han pedido que desaparezca el Ministerio de Irene Montero porque, a su juicio, genera desigualdad, enfrenta a mujeres y hombres y derrocha presupuestos.

La Secretaria de Estado, Noelia Vera, ha decidido que por respeto a las víctimas no iba a contestar a las preguntas lanzadas por la extrema derecha. Las diputadas de Vox han optado por abandonar la Comisión en señal de protesta. No es la primera vez que recurren al circo. Pero no nos desviemos. El problema es otro, el de las mujeres asesinadas por hombres machistas. Llamemos las cosas por su nombre y no dejemos que unos pocos, en minoría, marquen la agenda. Ojalá en el Ministerio de Igualdad encuentren los fallos que permiten a tantos hombres asesinar a demasiadas mujeres. Porque para esta alerta también hay vacuna: unidad y voluntad firme de todos los que están al frente de las instituciones. Por eso es importante que quien niega la violencia de género no esté al frente de ninguna.