Cada día nos despertamos y entramos en Instagram y nos espetan frases de coaching barato que te animan a salir de tu zona de confort, lanzando ideas sobre ti de que no eres suficiente, de que tienes que ser valiente para crear más, para ser más. No vale con quedarse en el sitio, hay que ser valiente, perseguir nuevos sueños… No acostumbrarse, estar en continuo cambio y estresada perdida parece ser "la moda", lo que se premia y lo que se considera éxito. Cuando para mí el verdadero éxito es conseguir vivir de tu propósito y tener calma y serenidad.

El estar estresada constantemente se ha convertido en un juego divertido, que nos hace sentir bien, porque eso significa que tu vida es trepidante, que no te aburres porque no paras, que tienes mucho que hacer y la sociedad valora que no estés quieta, que estés produciendo, produciendo, produciendo. Tanto que nos han metido este chip de hiperproductividad, que nos impide estar diez minutos en soledad, meditando o no haciendo nada. Porque nos da la sensación de que eso es perder el tiempo. Darle la vuelta a esto cuando toda la sociedad va por ese camino cuesta muchísimo. Te alejas, vas consiguiéndolo, pero de repente al día siguiente te ves arrastrada de nuevo por esa presión de hacer más y más.

El éxito es hacer y hacer

—Nos gustaría que nos contaras tu caso de éxito o las claves que te han llevado al éxito.

—¿Qué éxito?

—Bueno, todos los seguidores que tienes y lo bien que te va vendiendo todas esas camisetas, ¿no?

—¡Ah! A eso te refieres. Es que eso precisamente no es el éxito para mí.

No me gusta que me pregunten por "mi éxito" por varios motivos:

1. Porque en España "éxito" es igual a "dinero" o ahora podríamos añadir "seguidores". Y esto es muy peligroso porque demuestra lo poco listos que somos. Creemos que emprender es super cool y creemos que tener una empresa es igual a enriquecerse. Damos por hecho que, si tienes empleados, que imaginemos, tienen un sueldo decente, tú al ser la jefa o la empresaria cobras por lo menos diez veces más. Aquí el primer error. No tenemos ni idea de lo que significa montar una empresa, de la presión que sufres, de la responsabilidad y mucho menos tenemos idea del IVA, el impuesto de sociedades, los seguros sociales y de que si alguien tiene que arriesgar o perder teniendo una empresa eres tú. La gente dice: "Es el precio que hay que pagar". ¿Ah sí? ¿Por tener una empresa nos merecemos esta fama? ¿Por generar empleo y riqueza no nos mereceríamos más apoyo? No todos, claro está, pero sí los que estamos haciéndolo lo mejor posible. Merecemos respeto y apoyo. Y no hay nada. Entonces por tener éxito, una empresa y trabajadores a cargo no estás enriqueciéndote de por sí.

Y luego los seguidores. Pues depende. Hay personas que comercializan con sus seguidores cada día y se venden al mejor postor. Mujeres y hombres anuncios que te venden hoy la crema antiarrugas X y mañana la misma de la competencia. Y en ambos post te dicen "es mi crema favorita". Mienten, engañan a su comunidad y hacen publicidad de todo, hasta de hamburguesas cuando luego se descubre que son veganos. Además, lo de los seguidores, desde que existen las empresas que te ofrecen seguidores falsos, pues poco de fiar es el tema. Dudad cuando de repente veis una foto con muchos likes y tres comentarios. Porque ahí algo extraño pasa. Por tanto, éxito tampoco puede ser igual a "muchos seguidores".

Hace tiempo que no me justifico, pero tampoco me callo. Si alguien en redes sociales me dice abiertamente "esto es un negocio". Le contesto directamente: el club tiene una misión social, presido una asociación por la conciliación, en la que hemos trabajado con muchísimo esfuerzo y cero recursos durante años. Ahora, poco a poco, vamos consiguiendo con los talleres, las charlas que damos en empresas y la red de marcas comprometidas poder tener recursos para seguir trabajando por el cambio. Porque gracias a estos recursos, hemos ayudado, entre muchas cosas, a más de 10.000 mujeres que han tenido dudas sobre sus derechos de conciliación a través del teléfono amarillo de la conciliación.

Además, me siento superorgullosa de liderar una marca como Soy Malamadre. Porque no vendemos camisetas, representamos con nuestros mensajes a una generación de mujeres que se siente así. Y esto es maravilloso. Gracias a cada camiseta que vendemos podemos dar contenido de calidad cada día a través del podcast, del blog y es un trabajo que hacemos con mucha pasión y compromiso un equipo de catorce personas que como tú tiene familia, tiene responsabilidades, gastos y vida.

Si por esto debo hacerme pequeña, sentirme mal o menospreciada, estás equivocada. He conseguido sacar adelante un proyecto en el que creo, no solo yo, sino muchas personas.

De verdad, el éxito es esto, es vivir de lo que crees. Y esto se merece sacar pecho, sentirte orgullosa, que bastante difícil es el camino como para que comentarios de personas que no nos conocen nos hagan daño.

2. Porque el éxito parece que cae del cielo y no puedes decir lo que sientes. Hay otro tema relacionado con el éxito que no me gusta nada. Cuando la gente da por hecho que tienes éxito o te da la enhorabuena por algo que has conseguido, ¿qué esperan? Lo normal sería: "Gracias, estoy muy emocionada y me siento superorgullosa". No, mejor, justificarnos y casi pedir perdón: "Sí, es maravilloso, pero ha sido muy duro el camino, demasiado sacrificio, noches sin dormir y muchísimo esfuerzo". Tenemos siempre que justificar que lo que hemos conseguido conlleva mucho detrás. Porque si no parecerá que lo hemos conseguido fácil, por suerte… Y todos y todas caemos en esta justificación. Es como cuando eres madre y te vas de viaje sin tus hijas. No puedes decir que lo has pasado genial sin la coletilla: "Seguro que has echado mucho de menos a tus niñas". Pues esto igual, si no te justificas y pones por delante el sufrimiento parece que tu éxito no ha sido tan merecido.

3. Y, por último, la envidia. Ay, la envidia. Esta envidia hace que muchas personas, sin vida imagino, critiquen todo, busquen lo negativo para menospreciar tu éxito. Tengo la suerte, y esto parece que debe ser una suerte, de no tener muchos haters. Creo que si tuviera muchos más no sería capaz de estar aún hoy aquí. Porque lo que algunas personas aguantan me parece horrible. Pero en esto tengo dos reflexiones. Por un lado, creo que, si eres coherente, no haces daño a las personas que te rodean, valoras a las que te han ayudado a llegar donde estás, la gente lo percibe. Además, si no comercializas con tu vida personal, mantienes tu privacidad y no pasas ciertas líneas rojas, te evitas disgustos y te ganas un respeto fundamental para no volverte loca. Esto es una elección personal que cada una decidimos, pero nosotros hemos elegido protegernos. Y a la vez esto me parece injusto porque estás todo el día midiendo tus actos. No vaya a ser que seas juzgada, porque existe la convicción de que por ser un personaje público ya tienen derecho a opinar todo lo que quieran y más. Aun así yo prefiero mantener esa distancia y seguir siendo yo misma.

Me gustaría que hiciéramos más trabajo social para que la gente entendiera lo que significa tener una empresa, lo que hay detrás de una cuenta con muchos seguidores y se diera más valor al éxito de los demás. Se iguala a veces el éxito conseguido por algo rápido y fácil con el "éxito" conseguido por personas que trabajan en una misión cada día de sus vidas. Porque hay algo que es totalmente verdad, no todo el mundo está preparado para trabajar tan duro por conseguir algo y es lícito porque cada persona elige su camino, pero no pongamos la pierna a aquellas personas que creen que pueden cambiar las cosas y mejorar la sociedad.

Así que a mí no me preguntéis por éxito porque no lo entiendo así. Para mí el éxito es sentir que estoy aportando algo que mejora y ayuda a las personas, es sentir que de mi camino aprenden otras y que consigo acercarme a mis objetivos. Para mí el éxito es encontrar el equilibrio entre lo que quiero conseguir y mi vida personal. Para mí el éxito es intentar conciliar cada día sin perderme. Para mí el éxito es mirar atrás y sentirme orgullosa. No recuerdo los premios que me han dado, no recuerdo quién me ha entrevistado. Recuerdo los reconocimientos, las palabras de apoyo y los abrazos de mujeres que confían en mí.

Así que yo estoy todavía en el camino al éxito, a mi éxito personal.

Texto sacado de mi libro 'Yo no renuncio'.