Las familias necesitamos menos campañas y más leyes. Leyes que se aprueben, no olvidadas en un cajón.
Las familias necesitamos menos promesas y más permisos, para poder conciliar y no tener que renunciar.
Las familias necesitamos menos titulares y más respeto, porque nos sentimos abandonadas en este país.
"No puedo más con esta manera de hacer política", pensé el jueves pasado cuando me saltó en Instagram la última campaña institucional por las familias españolas. El pasado jueves era 15 de mayo, día de las Familias, mientras lo veía embarcaba dirección Palma para hacer lo que me gusta: concienciar y trabajar por la conciliación con las Malasmadres, compartir, escucharlas, desahogarnos y reflexionar sobre los retos de la corresponsabilidad.
Mientras las Asociaciones nos partimos el pecho trabajando como podemos en lo local, pensando cómo seguir ayudando, cómo alzar la voz hasta cuando no podemos más, el ministerio de Igualdad ese día lanzaba otra campaña más, otro spot más. No seré yo quien diga que la concienciación y la visibilización no son necesarias, en todos los ámbitos. Hablar las cosas, mostrar las realidades, lo que no se ve, son pasos importantísimos para avanzar socialmente. Pero no solo de eso "vive" el pueblo. No. Necesitamos leyes, palancas de cambio. Necesitamos que se cumplan las normas. Que se legisle y que luego se vigile su cumplimiento. Que se persigan las injusticias sociales. Necesitamos políticos y políticas que trabajen para que la sociedad avance. Necesitamos gobiernos comprometidos, que nos protejan. También a las familias.
22 de mayo y la ley de familias en un cajón. 22 de mayo y las ocho semanas de permiso parental sin retribuir. 22 de mayo y el permiso de nacimiento sin ampliarse. 22 de mayo y tantas propuestas esperando respuesta. Sensación de impotencia, frustración, abandono, desesperación cada vez que recibo un mensaje de una madre, de una familia que no puede conciliar, que sobrevive como puede y que espera que se retribuyan los dichosos permisos, como marca la directiva europea, por la que España ha sido multada desde hace casi un año. Es vergonzoso. Me gustaría que estos mensajes los contestaran desde el Ministerio, así quizás tomaban conciencia, pero de verdad.
Decía Mujica que él no quería vivir como un presidente, que él quería vivir como la gente del pueblo para así entender sus problemas, su día a día, para no alejarse. Y esto me dejó pensando mucho. Porque quizás es lo que tenga sentido y dé respuesta a por qué estamos así. Porque los políticos y políticas de este país viven ajenos a la realidad social. Porque las madres y padres de la política de este país no están en estos momentos sufriendo, haciendo malabares o echando números para ver cómo sobrevivirán un verano más, a los Juegos de la Conciliación. Porque ellos viven como "presidente y ministros/as que son" disfrutando de lo que es el privilegio pagado de su bendita conciliación.
La pena es que muchas organizaciones ponemos los datos sobre la mesa, los testimonios, los relatos para que, aunque no lo vivan en primera persona, lo escuchen, lo entiendan, empaticen, pero está claro que no interesamos. Hasta que haya nuevas elecciones, claro está.
Pues señores y señoras de la política no han tenido en cuenta una cosa: las madres repetimos las cosas sin descanso. Así que nos queda carrete para rato y si hay que organizarse y llevar este verano por fin a todos nuestros hijos e hijas dirección Moncloa, para que organicen un campamento de verano gratuito para todas las familias, así lo haremos.