La directiva abandonará su despacho para hacerse pasar por una joven de estética informal sin experiencia alguna en el sector que busca una oportunidad para formar parte de la compañía. La honestidad de un trabajador al creer estar ante una aspirante a empleada provoca que Marta descubra que su trabajo como Directora de marketing es duramente criticado por algunos franquiciados.

Durante su experiencia, Marta conocerá desde dentro los mecanismos del trabajo diario en algunas de sus franquicias y las historias personales de las empleadas que trabajan en su compañía. La jefa infiltrada cometerá multitud de errores a la hora de atender al cliente, vender productos o iniciar un tratamiento y protagonizará duros enfrentamientos con algunos de los encargados de sus franquicias. 

Errores y un conflicto irreparable con una empleada
Saber desde dentro si algo está fallando en sus franquicias, conocer más profundamente el trabajo de sus empleados o descubrir las dificultades de ciertos puestos de trabajo son los objetivos que las dos propietarias de la cadena de belleza D-beauty Group. Para conseguirlo, y dado que ellas son demasiado conocidas entre sus franquiciados, infiltrarán a Marta Martín, su directora de marketing y comunicación. Ella será sus ojos en esta experiencia que les mostrará los secretos, los problemas y a los héroes del día a día de su compañía.

En uno de sus primeros empleos, Marta conocerá a la responsable de una de las franquicias de D-beauty Group, una mujer de personalidad y temperamento muy particular con la que tendrá continuos conflictos difícilmente reparables. Después de compartir diferentes tareas, la encargada admitirá no considerar a la jefa infiltrada apta para trabajar en la compañía, debido a su falta de actitud, a sus nulos conocimientos técnicos y a su carácter, que choca diametralmente con ella.

Además, la jefa infiltrada conocerá a un franquiciado que, sin saberlo, critica con dureza su trabajo como directora de marketing y comunicación. El encargado reprueba por completo muchas de las decisiones de imagen e información al cliente que se toman desde la central de la compañía y admite hacer las cosas a su manera porque la forma establecida para él “no se entiende y no funciona en absoluto”.