Su muerte ha dejado en shock a todo su entorno y familiares, que según han revelado al Diario Sur, era una persona extremadamente generosa: con cinco años accedió a donar médula a su hermano pequeño que sufría una enfermedad rara, un acto que le dio diez años más de vida.

La familia explica que Pablo no era aficionado a salir de fiesta ya que le gustaba aprovechar el día para hacer deporte, pero esa noche era especial, celebraba su 22 cumpleaños, y la celebración tenía que alargarse hasta altas horas de la madrugada. Tenía que ser una noche llena de diversión.

Pero todo eso se nubló cuando Pablo salió con amigos a la calle para tomar el aire e intentó parar una pelea. Un golpe lo dejó tirado en el suelo y una vez allí recibió una patada que lo estampó contra la pared para dejarlo inconsciente. Los agresores salieron corriendo dejando al joven tirado en el suelo y a su amigo con un ataque de ansiedad.

La enfermedad de su hermano pequeño, que murió hace unos años a causa de una leucemia, marcó su vida. Fue un golpe tremendo para toda la familia que sólo volvió a sonreír tras el nacimiento de un sobrino. Pablo lo quería con locura y pasaba mucho tiempo con él.

Como cuenta su familia al Diario Sur, el joven escribió en una redacción en la ESO titulada 'El hecho más importante de mi vida', en la que explicaba lo que fue para él la experiencia de donar médula para alargar la vida de su hermano: "La donación no representó ningún problema para mí; al contrario, estaba muy alegre y contento de poder ayudar a mi hermano a que se curara”. Años después, cuando su hermano volvió a tener problemas el joven le ofreció su riñón.

"Era una persona buenísima. No era nada materialista. Era generoso, ayudaba a todo el mundo", asegura su familia, que ha autorizado la donación de órganos tras la muerte de Pablo: "Él hubiera hecho lo mismo, porque estaba muy concienciado. Con su hermano se convirtió en donante de médula, pero también lo hacía con la sangre o las plaquetas".