Según el escrito de acusación del Ministerio Público, este tipo de anuncios y otras conductas del acusado generaron a la víctima "miedo" a que "algún receptor de estos anuncios pudiera tomarlos como verídicos, buscarla y llevar a cabo algún tipo de agresión sexual" un efecto que, en opinión del Ministerio Público, era "buscado conscientemente" por el procesado.

La acusación particular, que ejerce la perjudicada, demanda por su parte penas que suman diez años y diez mases para el procesado. Fuentes del caso han señalado que, ante esta situación, la víctima recurrió al programa ‘Cazadores de Trolls’ de laSexta, dedicado a localizar a supuestos acosadores y que apuntó hacia un amigo de la perjudicada como el supuesto responsable.

El texto de la Fiscalía explica que este asunto se remonta a 2014, año en el que el inculpado, que mantenía una relación de amistad "muy estrecha", de casi veinte años de duración, con la afectada, presuntamente se hizo pasar por ella para publicar "anuncios de contenido e índole sexual en varios foros de contactos".

El documento aclara que con esta forma de actuar el inculpado pretendía "el contacto de terceras personas" con la joven "reclamándole las relaciones sexuales" que supuestamente ofertaba. Paralelamente, el hombre habría realizado a su víctima numerosas llamadas telefónicas y le enviaba mensajes de carácter sexual de manera anónima.

En junio de 2015 el imputado presuntamente colocó carteles del mismo carácter en varias calles de San Sebastián e Irun -las dos ciudades más pobladas de Gipuzkoa-, empleando material que la joven compartía en Facebook, así como "datos personales que había conocido exclusivamente como consecuencia de su relación" personal con ella. Unos meses después, el procesado se dio de alta en una red de contactos por internet "empleando datos" de la mujer" ofreciéndola para mantener relaciones sexuales.

En diciembre de 2015, el inculpado habría colocado además en la furgoneta del novio de la chica una foto del varón que había sido compartida por la chica en Facebook, manipulándola para añadirle "unos cuernos" y, sobre esas mismas fechas, supuestamente hizo en las proximidades del domicilio de la afectada una pintada en la que aseguraba que la mujer mantenía relaciones sexuales gratis, algo que volvió a repetir "con posterioridad".

A consecuencia de los anuncios de internet y los citados carteles callejeros, "múltiples personas se pusieron en contacto con la joven "con claras intenciones sexuales", una situación que desencadenó en la chica "un trastorno neurótico adaptativo en estado grave" que le llevó a modificar "sus hábitos de vida, llegando a negarse a salir sola a la calle".