El joven tuvo un
accidente a las 7:30 de la mañana del pasado domingo y se dio a la fuga para
evitar un control de alcoholemia, tras lo que su padre simuló el escenario del
siniestro una hora después como si lo hubiera sufrido él.
La investigación arrancó
el pasado domingo 30 de julio a las 8.25 horas, cuando el padre llamó al 112
para comunicar un accidente en la calle Bigastro que se habría producido al
chocar contra unas vallas de plástico cruzadas en la calzada, según ha
informado el Ayuntamiento ilicitano en un comunicado.
Los agentes hallaron el
coche afectado con un fuerte golpe en la parte frontal y trozos de plástico de
las vallas por debajo. El padre les relató que las vallas se las había
encontrado en mitad de la calzada y que no había podido evitar el accidente,
además de manifestar su intención de reclamar daños al Ayuntamiento por responsabilidad
patrimonial.
Sin embargo, la
inspección del escenario del accidente por parte de los policías arrojó
información "diametralmente opuesta" a la versión del conductor. Las
huellas indicaban que el turismo se había salido de su trazada e invadido el
sentido contrario donde se hallaban las vallas delimitando el carril bus.
Esta situación coincidía
con un accidente que un testigo había comunicado una hora antes a la Policía
Local en el mismo lugar, en el que el causante se había dado a la fuga. Las
contradicciones en la versión del conductor también hicieron sospechar a los
agentes de que en realidad no fuera al volante del vehículo en el momento del
accidente.
Tras las pesquisas,
descubrieron que en realidad trataba de encubrir a su hijo, que fue quien
sufrió el accidente a las 7.30 horas de la mañana y se había dado a la fuga por
"miedo" a dar positivo en el test de alcoholemia.
El joven y su padre
reconocieron que, tras darse a la fuga, habían vuelto juntos al escenario del
siniestro para colocar los trozos de barrera de plástico en el carril de
circulación y el coche encima como si acabara de ocurrir.
A pesar de haber
transcurrido más de una hora, el conductor arrojó un resultado positivo en la
prueba de alcoholemia. Este test incorpora un cálculo retrospectivo que permite
determinar que doblaba la tasa máxima permitida en el momento del siniestro.
Por todo ello, la
Policía Local de Elche ha instruido diligencias a ambos al Juzgado de Guardia
por un presunto delito contra la seguridad vial y otro de encubrimiento,
respectivamente.