Un abismo fiscal es la mayor preocupación de Obama este último día del año. Tiene menos de 24 horas para alcanzar un acuerdo aunque las posturas están muy alejadas. Tanto demócratas como republicanos se mantienen enzarzados en agrias disputas sobre cómo prevenir una abrupta subida de impuestos y recortes automáticos del gasto público a partir del 1 de enero.

En la carrera hacia el abismo, Obama y los demócratas quieren subir impuestos a los más ricos, con la oposición de los republicanos, que lo que quieren es recortar el gasto.En un breve discurso en el pleno del Senado, McConnell reiteró la queja de su partido de que los demócratas aún no han ofrecido una contrapropuesta a la que ofrecieron los republicanos la noche del sábado. "Creo que todos sabemos que se nos acaba el tiempo para mantener el ímpetu de las negociaciones, acabo de hablar con el líder de la mayoría demócrata, también llamé al vicepresidente para ver si puede reactivar las negociaciones desde su lado", dijo McConnell.


"El vicepresidente y yo hemos trabajado juntos antes en otras soluciones, y creo que podemos hacerlo de nuevo", dijo McConnell, quien, poco después de su discurso, recibió una llamada de Biden mientras el senador se reunía con su bancada republicana. 

"Estoy dispuesto a lograr un acuerdo, pero necesito una pareja para el baile", dijo McConnell. Por su parte, a lo largo de la jornada, Reid ha estado en estrechas consultas con el presidente Barack Obama que en una entrevista a un medio norteamericano culpó a los republicanos por el estancamiento de las negociaciones en el Capitolio, cuando falta menos de dos días para que venza el plazo.


Ambos partidos intentan acercar posiciones en los diferentes componentes del "abismo": la prórroga de las rebajas fiscales de la era de George Bush y de los recortes de los impuestos al patrimonio, la extensión de los subsidios de desempleo para unos dos millones de estadounidenses, y qué hacer con los recortes previstos de los gastos.

El Fondo Monetario Internacional ya ha calculado que la economía de EEUU caería un dos por ciento y haría perder a Europa, China o México alrededor de un uno por ciento en 2013.Angela Merkel ya ha visto las orejas al lobo y por eso su mensaje de fin de año se tiñe de malos augurios: "El contexto económico no se simplificará el año que viene, no será más fácil; todo lo contrario, será más difícil".