Cuando Rajoy se enteró de que el ministro de Justicia había cometido el mismo error que él, enviar un mensaje a un imputado, le mostró su comprensión: "Me llamó para darme ánimos y para decirme que estas cosas pasan".

Pero no es la única polémica que le rodea, y consciente de ello intentaba quitarles importancia: "Las críticas están fundamentadas en el desconocimiento, he oído barbaridades".

Reduce a anécdotas, que el fiscal Anticorrupción intentara frenar registros de la operación Lezo, pero no lo pudo hacer por la oposición de los demás fiscales, algo que la fue fiscal general en la anterior legislatura del PP celebra. "Los jueces no tienen que dar órdenes extrañas y los fiscales pueden resistir", señala Consuelo Madrigal.

Otros fiscales también critican la actuación de Moix. "El fiscal jefe se ha parecido al abogado de los responsables de hechos punibles", asegura Miguel Pallarés, portavoz de la Asociación Independiente de Fiscales. Además creen que debe dimitir.