Un debate con continuas críticas a los programas que ofertan los otros partidos y la falta de claridad y precisión a la hora de explicar la política de pactos de cada uno de cara al 26J. Bajo estas premisas ha transcurrido el primer y único encuentro entre los cuatro principales candidatos al Gobierno de cara al 26J.

Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera han comenzado su discurso de presentación en el debate asegurando que España no vivirá unas terceras elecciones generales. No obstante, los candidatos, a expceción de Pablo Iglesias, que ha remarcado en varias ocasiones su condición de pactar únicamente con el PSOE, han mostrado sus reservas a la hora de explicar sus opciones de acuerdo que plantean con los otros partidos.

El presidente en funciones ha sufrido las consecuencias de su ausencia en el enfrentamiento político del pasado 7 de diciembre, pues la mayoría de críticas y reproches de los líderes del PSOE, Podemos y Ciudadanos se han dirigido, fundamentalmente, a la gestión político-económica, social y contra la corrupción que el Partido Popular ha efectuado en la última legislatura.

A sabiendas de este enfoque, Rajoy ha comenzado su intervenciónapoyándose en las cifras macroeconómicas ofrecidos por EuroStat, haciendo balance entre el ejercicio popular y el socialista durante la presidencia de Rodríguez Zapatero. "Las políticas de empleo han sido útiles", ha asegurado el dirigente, que ha tratado de positiva la evolución de los datos de empleo y los efectos de la reforma laboral.

No han tardado los otros representantes en contrarrestar la defensa del presidente en funciones, si bien, a partir de este punto, el debate ha desembocado en discursos encorsetados, con objetivos predefinidos. Ha sido Rivera el primero en criticar la política fiscal de Rajoy, pero no ha tardado en colgar su diana sobre el programa de Podemos. Las referencias a Venezuela, al modelo griego y a la propuesta económica de Pablo Iglesias han guiado sus palabras.

En respuesta, Iglesias ha vuelto a poner en relieve las similitudes, según considera, de las propuestas del Partido Popular y Ciudadanos. "Entre la copia y el original, me quedo con el original", le ha espetado el líder de Podemos a Rivera. El rechazo al modelo fiscal planteado por los populares y por Ciudadanos, la política de puertas giratorias y la corrupción han compuesto las palabras claves de su guión, que ha contado con varios guiños a Sáncheza lo largo de sus turnos de palabra.

Unos guiños que no han sido recíprocos en ningún momento. Pedro Sánchez parece seguir dolido por no haber conseguido tomar posesión del cargo. Así se ha manifestado, al menos, recordando en todo momento que si no es presidente es debido a los extremismos, en referencia a Iglesias y a Rajoy. El líder del PSOE ha centrado sus intervenciones en la explicación genérica de las reformas que su hipotético gobierno llevaría a cabo. A destacar, en materia económica y de sanidad. Tampoco ha dejado pasar la ocasión de recordar que, de ser elegido, se someterá una moción de confianza en dos años "para demostrar" que cumplirá con sus promesas.

Al final del debate, el barómetro exprés de laSexta ha dado la victoria a Pablo Iglesias y la derrota a Albert Rivera. Tales resultados arrojan aún más incertidumbre sobre el posible 'sorpasso' que ya plantean diversas encuestas y la indefinida situación de pactos entre formaciones tras el 26J.