Soria no ha sido capaz de especificar las características de la habitación que disfrutó durante su viaje a Punta Cana. Dice que efectuó la reveserva a través de la hija del propietario del hotel y que incluso llegó a disfrutar de la presencia de Enrique Marinón, el propietario del hotel, durante los días que pasó allí.

Soria sigue defendiendo que él reservó una habitación simple pero que por deferencia le subieron a la suite presidencial. Lo que no habría conseguido justificar es por qué pagó unos 280 euros por una habitación que cuesta unos 1.500 euros la noche.