De Guindos se había mostrado en las últimas semanas "convencido" de que España iba a obtener la posición en el Comité Ejecutivo del BCE, si bien no había aclarado si sería él el aspirante español al puesto, a pesar de que su nombre era uno de los que más sonaba para acceder al cargo.

De hecho, este martes destacó que había unas "elevadísimas probabilidades" de que el puesto sea para España, y resaltó que la situación actual de España es "completamente" diferente a la de 2012, cuando el país perdió su puesto en la cúpula del BCE.

"El objetivo de todos debe de ser que España vuelva al BCE porque va a tener que tomar decisiones muy importantes y siempre es fundamental tener presencia en los organismos internacionales", agregó.

Tras concluir el periodo de presentación de candidaturas, la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo mantendrán reuniones a puerta cerrada con los candidatos a ocupar el puesto, cinco días antes de que el 19 de febero los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) elijan al candidato.

Al día siguiente, 20 de febrero, los ministros de Finanzas de la UE reunidos en el Ecofin emitirán una recomendación del candidato seleccionado por el Eurogrupo.

Finalmente, tras las consultas no vinculantes con el Parlamento Europeo y el BCE los días sucesivos, los jefes de Estado y Gobierno de la UE adoptarán formalmente el nombramiento en una reunión del Consejo Europeo que podría producirse en torno al 22 o el 23 de marzo en Bruselas.

La candidatura de De Guindos a la Vicepresidencia del BCE es el segundo intento del todavía ministro español por acceder a un alto cargo a nivel europeo, después que en 2015 oficializase su candidatura para presidir el Eurogrupo, al que final no pudo acceder tras resultar elegido el holandés Jeroen Dijsselbloem, pese a que España tenia apalabrado el respaldo a De Guindos con 27 de los 28 jefes de Estado.

Por su parte, el portavoz del PSOE, Oscar Puente, ya avanzó que el principal partido de la oposición no apoyará que De Guindos aspire a ocupar la Vicepresidencia del BCE, y en su lugar condicionó el apoyo al Gobierno a que la candidatura tenga un perfil técnico y no política, y a que sea una mujer.