Madrid se convierte en capital del rugby y de la diversidad con el torneo para clubes LGTB. Son equipos que se han comprometido en sus estatutos a no discriminar por motivos de identidad de género u orientación sexual. Un gesto visible para que los deportistas también puedan salir del armario.

Los Titanes, los anfitriones, son un ejemplo para la inclusión: "Hay jugadores gays, otros heteros y otros que no lo dicen porque no es importante".

Hay más de 30 clubes invitados y casi 1.000 jugadores con un objetivo: tolerancia y respeto, en el campo y fuera de él. Es la base para acabar con la discriminación.