Impoluta. Así está la hoja de servicios del Barcelona en la presente Liga. Cada partido que juegan los culés se cuenta por victoria y ante el Girona, en Montilivi, en el primer duelo entre ambos en la competición doméstica, no se produjo excepción alguna. El cuadro de Valverde suma 18 puntos en un encuentro que se decidió con dos autogoles gerundenses y con un tanto de Luis Suárez.

El técnico azulgrana tiró de rotaciones. Sin Dembélé, lesionado de larga duración, se dejó a Semedo y a Deulofeu en Barcelona. Fue Aleix Vidal el que ocupó el puesto del joven francés, y además Paulinho esta vez fue de la partida en detrimento de Busquets. Con él, con Rakitic y con Iniesta, el Barça no tardó en hacerse con el cuero y en mostrar una de sus grandes armas: la presión.

La que no exprimieron mucho fue la de la fluidez. Salvo una llegada del 15, el encuentro estaba en un quiero y no puedo. Con un Messi a quien Maffeo le dedicó un marcaje individual y con un Luis Suárez al que le costaba. Sin embargo, los grandes te marcan con cualquier cosa. Y con 'cualquier cosa' llegó el 0-1.

Goles de Aday e Iraizoz... en la portería equivocada

De un saque de esquina. Jordi Alba conectó la pelota para un remate, pase o centro sin peligro alguno, pero Aday, en un intento de despeje, la dio hacia atrás ante un sorprendido Gorka Iraizoz. Se animó el Barça, pero seguía faltando un último pase para los atacantes, que o bien no llegaban o si lo hacían estaban en fuera de juego.

Tampoco parecía hacer falta que llegasen, porque el 0-2 también llegó sin ser obra de ningún jugador del Barcelona. En una internada por la derecha, Aleix Vidal la puso en el área para Luis Suárez, que trató de rematar de tacón sin hacer contacto con el cuero. Sí lo hizo Gorka Iraizoz, que se introdujo el balón en su propia portería para poner una auténtica montaña sobre los locales.

Suárez cierra la cuenta

Olunga lo intentó, y el Girona se animó o intentó hacerlo ante un Barça que buscaba balones a la espalda de la zaga gerundesa para el 0-3. Por fin encontrarn a Luis Suárez, hasta ese momento desquiciado. El uruguayo encaró a Iraizoz y, con la calidad en el tiro que le caracteriza, marcó la tan ansiada diana.

Control total y absoluto el que mostró el Barcelona en Montilivi. Y control total el que tienen los culés, de momento, en LaLiga. Líderes con cuatro puntos de ventaja sobre el Atlético y contando con victorias todos sus partidos.