Una joya en la Ruta de la Costa Causeway

Nos vamos a adentrar por un camino que serpentea entre acantilados de basalto casi verticales de hasta 60 metros de altura: el de Gobbins, en la costa de Irlanda.

El basalto es una roca ígnea que, por lo general, se forma cuando la lava se enfría con relativa rapidez en la superficie de la Tierra. Los que dieron lugar a los acantilados de la costa este de Islandmagee son relativamente comunes en el norte de Antrim, y se extiende desde Cave Hill, cerca de Belfast, hasta la montaña Binevenagh en el noroeste del condado de Londonderry en Irlanda del Norte.

Una fuerte bajada nos lleva hasta el comienzo del camino del acantilado. Y hay que decir que a pesar de este primer esfuerzo, la recompensa merece la pena. Vamos a vivir la sensación de que andamos sobre el agua a medida que viajamos por lo que parece el final de Irlanda del Norte. Podrás ver y oír las olas rompiendo contra los acantilados como lo han hecho durante miles de años. Oirás y sentirás el viento, mientras el  oleaje del mar bate las paredes de rocas bajo tus sus pies. Sentirás la espuma del mar en la cara y disfrutarás observando la flora y la fauna de este singular camino que cambia constantemente. Serás capaz de extender la mano y tocar el borde de la isla y quedarás fascinado por las antiguas historias  de este lugar.

De la mano de un guía vas a pasar por el largo, estrecho y sinuoso camino que recorre el borde del acantilado Gobbins, que se eleva a veces y sigue las curvas de la curiosa geología por el que transcurre. Puentes, túneles, cuevas, pasos, formaciones rocosas únicas e impresionantes vistas marcarán tu camino al andar.

A tan solo 40 minutos en coche de Belfast, Los Gobbins están situados en una pintoresca y estrecha península, Islandmagee, justo al lado de la famosa Ruta costera Causeway. La bajada hasta el camino es de un kilómetro, unos 15 minutos, y después, la longitud de la ruta es de alrededor de 1,2 kilómetros de ida y lo mismo de vuelta .

La experiencia consiste en un corto trayecto en mini bus, y luego andar por la fuerte bajada a la que siguen más de 100 escalones hasta la entrada al camino, que recorre unos 2 kilómetros  a lo largo del acantilado y después subir de nuevo la empinada cuesta hacia arriba para subir de nuevo al lugar en el que nos espera el transporte. Así que es recomendable estar en buena forma física porque Los Gobbins pueden resultar extenuantes.

El acceso a la ruta del acantilado es guiado, en recorridos que operan cada hora. Se recomienda reservar con antelación llamando al Centro de Visitantes o en su página web. Este está situado a poca distancia de los acantilados y desde él parten las expediciones. Después de una breve charla de seguridad, comenzarás el recorrido. Y ten en cuenta que el aparcamiento es gratuito pero limitado.

Se recomienda llevar ropa de acuerdo con el tiempo, mejor en capas, ya que puede hacer mucho viento, pero puede hacer calor a medida que uno avanza. Zapatos para caminar resistentes, botas o zapatillas con soporte para el tobillo, y también una chaqueta impermeable o poncho. Incluso si no está lloviendo, es probable que las olas puedan mojarte. El tiempo en la costa puede cambiar de repente así que conviene ir preparado con ropa y calzado adecuados.

Debido a la peculiar naturaleza de esta atracción, y por seguridad, no se permitirá el acceso a los menores de menos de 1,2 metros de altura sin excepción, y los niños menores de 16 años deben ir acompañados por un adulto.

Hagas lo que hagasno te pierdas esta maravillanatural que es el caminopor la basede The Gobbins. El sendero de los Gobbins rodea los acantilados sobre la costa del Mar de Irlanda en el condado de Antrim. Un impresionante logro arquitectónico, ya que sus creadores lo erigieron hace más de 100 años.

Más información:
The Gobbins