GALICIA
Curiosidades de las Islas Cíes que quizá desconocías
Aunque son muy transitadas, hay algunos datos de las Islas Cíes de los que es posible que nunca hayas escuchado hablar.

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Frente a la costa de Vigo, en Galicia, encontramos un pequeño tesoro del Atlántico: las Islas Cíes. Se trata de un conjunto de tres islas que forman parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia y que destacan por sus playas de aguas turquesas y arena blanca que bien podrían confundirse con las del caribe. Sin duda, las Islas Cíes esconden tal belleza que resulta casi imposible describirla con palabras. También algunas curiosidades que quizá desconocías y de las que vamos a hablar a continuación.
Por ejemplo, ¿sabías que hay una playa de las Islas Cíes que fue nombrada la mejor del mundo? Fue en el año 2007, momento en que el diario The Guardian seleccionó la Playa de Rodas como la mejor del planeta. Tiene forma de media luna, su agua es totalmente transparente y su entorno virgen es otro de sus puntos a destacar. Además, de ella también podemos decir que conecta las islas de Monteagudo y do Faro y por eso, no es de extrañar que sobre todo en los meses de verano esté tan transitada.
En relación a esto, hay otra curiosidad de las Islas Cíes que cabe mencionar: hay que pedir permiso para visitarlas. Si bien como norma general podemos movernos libremente por cualquier lugar, para visitar estas islas gallegas hay que solicitar un permiso de acceso. El objetivo es claro: proteger su gran valor ecológico limitando el número máximo de visitantes diarios.

Y es que puede que no lo sepas, pero las Islas Cíesson un auténtico santuario para la fauna, sobre todo para algunas aves como el cormorán moñudo o la gaviota patiamarilla. Tanto es así que algunas zonas están restringidas con el fin de conservar estas especies.
No obstante, además de naturaleza salvaje y animales como los previamente mencionados, en las Islas Cíes hubo un tiempo en que también se podían encontrar piratas y monjes. Fue así durante siglos: algunos monjes eremitas vivieron allí y los piratas saquearon la isla. Ahora es una isla deshabitada en la que no hay ni carreteras ni hoteles, aunque en algún momento hayas podido pensar que sí.
Sobre esto, podemos decir que la mayoría de personas sacan billetes de barco para ir y volver en el mismo día. No obstante, existe la posibilidad de pasar allí la noche, aunque no en el interior de un edificio sino en un camping que, por supuesto, también requiere reserva previa. ¿Sobre la movilidad? Pues hay que moverse a pie por sus senderos señalizados y dejarse envolver así por la belleza de sus playas, dunas, bosques y acantilados.
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