LA PAREJA IDEAL
Twitch y Amazon son el matrimonio perfecto: diez razones del 'sí, quiero'
El gigante de las compras 'online' ha pasado a Google por la izquierda y se ha llevado al huerto a la web que todos deseaban. Twitch ha dado el sí quiero y estamos seguros de que la decisión ha sido acertada: serán felices y comerán perdices. Si no, al tiempo.

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Por 970 millones de dólares en dinero contante y sonante, y un buen pellizco más en otros conceptos, Amazon suma a su ejército virtual un pelotón de aficionados a los videojuegos que pasan horas y horas delante de la pantalla de su ordenador viendo – o emitiendo – partidas en Twitch. Parece mucho dinero para un negocio tan alejado de las ventas a través de internet, pero si te fijas en todos los detalles las piezas acaban encajando.
Si piensas que la plataforma de 'streaming' es solo un capricho del excéntrico Jeff Bezos, estás muy equivocado. Todo tiene un sentido. De hecho, es una estupenda decisión por ambas partes y podemos citar al menos diez argumentos para demostrarlo. A saber:
Es un auténtico fenómeno de masas
Se trata de la razón más obvia, porque los datos hablan solos: en solo tres años, Twitch ha logrado situarse en los 55 millones de visitantes únicos mensuales y sus usuarios pasan más de 100 minutos de media al día en su web viendo los más de 15.000 millones de minutos de material audiovisual generado por más de 1 millón de usuarios emisores con los que cuenta la plataforma.
Por si fuera poco, en febrero supimos que, en sus horas puntas, Twitch acumula el 2% de todo el tráfico de internet en Estados Unidos, por encima de un gigante como Facebook y solo superado por Apple (4,3%), Google (22%) y Netflix (32%). Y, repetimos, todo esto en solo tres años de andadura.
Móviles y tabletas son guerras perdidas, pero la batalla por los televisores sigue en marcha
Amazon lo sabe: es demasiado tarde para morder la oreja a Apple y Google en dispositivos móviles, aunque lo está intentando. Sin embargo, hay un aparato que casi todo el mundo tiene en el salón de casa y cuyo dominio se está disputando todavía. El del televisor, cada vez más inteligente y conectado, es uno de los mercados donde el gigante de las compras todavía tiene mucho que decir.
¿Y qué usuarios son más horas pasan pegados al televisor? Los apasionados de los videojuegos. Sí, los mismos que componen la multitudinaria audiencia de Twitch. Y esto nos lleva al siguiente punto...
Amazon quiere ganarse a los 'gamers' y levantar un imperio de los videojuegos
55 millones de personas. Se dice pronto. La gran mayoría de ellos 'gamers', un perfil que sienta a Amazon como anillo al dedo por varios motivos. En primer lugar, porque la tienda más grande de internet también vende juegos, y además se sabe que los compradores de este tipo de producto son clientes fieles, con cierto poder adquisitivo, que acaban rascándose el bolsillo para hacer otras adquisiciones.
En segundo lugar, porque Amazon lleva años - al menos desde 2008 - levantando desde los cimientos un futuro imperio de los videojuegos. En 2012 montó su propio estudio para desarrollar modestas aplicaciones para Facebook y dispositivos móviles, pero recientemente subió la apuesta y, tirando de talonario, se hizo con la desarrolladora de 'Killer Instinct', Double Helix, y con el diseñador Kim Swift, conocido por el ya clásico 'Portal'.
Por si quedaba alguna duda, el gigante de las compras ha incluido en su nueva y reluciente Fire TV una selección de juegos creados por su propio estudio y, aunque se compra por separado, un mando que no desentona con el de cualquier PlayStation o XBox.
En esta cruzada por conquistar a los 'gamers', la compra de Twitch es un golpe maestro que puede meter a Bezos y compañía de lleno en un negocio que mueve más dinero que la industria de Hollywood. Y hablando de Hollywood...
Amazon quiere ser la tele (y hasta el cine) del futuro
La apuesta del gigante de las compras por el audiovisual también es decidida. Cuenta con su propia plataforma de 'streaming', Amazon Instant Video, que permite 'alquilar' series y películas de forma individual o ver todas las que quieras de su amplio catálogo si pagas la suscripción a Amazon Prime (que antes solo servía para recibir los pedidos más deprisa).
Parte de la oferta de este servicio, además, es exclusiva y de cosecha propia, como las comedias 'Alpha House' o 'Betas'. Su estrategia en este sentido resulta interesante: financian pilotos de series con calidad televisiva, los hacen públicos y solo continúan con la producción si la respuesta de los usuarios es realmente positiva.
Si ya tiene su propio Netflix y financia sus propios contenidos, ¿qué les falta para ser la tele del futuro? Twitch, que es algo así como la tele de los que prefieren ver una partida de Pokémon que un partido de fútbol. A cambio de los 970 millones de dólares que ha pagado por esta plataforma, Amazon recibe, entre otras cosas, una cantidad ingente de contenido generado por los usuarios, estilo YouTube. Son vídeos que tienen mucho tirón y salen gratis. O incluso dan dinero, porque esa es otra...
Twitch ya es un gran negocio (incluso para los usuarios)
Según estimaciones de Re/Code, Twitch podría estar moviéndose ya en beneficios por encima de los 72 millones de dólares anuales. La fuente afirma que la mitad de esa suma, unos 36 millones, sale de la cuota mensual que pagan los alrededor de 600.000 usuarios suscritos a algún canal del programa de 'partners', y que no es precisamente su principal fuente de ingresos: la publicidad deja aún más dinero, así que, como mínimo, estaríamos hablando de esos 72 millones (pero seguro que se quedan cortos).
Y hablando de publicidad...
Amazon se está metiendo también en esa guerra. La compra de Twitch se confirmó el mismo día que se filtraba un futuro lanzamiento, los “enlaces patrocinados”, que llegarán a las páginas del gigante de las compras – y previsiblemente a las de Twitch – para sustituir los actuales anuncios de Google, que por cierto es la gran damnificada de esta operación.
La idea no gustaba a la comunidad
Google estuvo a punto de comprar Twitch. Los rumores hablaban de 1.000 millones de dólares y algunos medios llegaron a hablar de noticia “confirmada”, pero ninguna de las compañías oficializó el acuerdo que, de hecho, como es evidente, no se ha producido. Los usuarios de la plataforma de 'streaming' respiran aliviados: no les gustaba un pelo que su web favorita pasara a manos de Google.
No es que Amazon les guste mucho más – es un gigante, al fin y al cabo -, pero la firma del todopoderoso buscador es famosa por aplicar mano dura en YouTube a los que vulneran el copyright ya sea en las imágenes o en las bandas sonoras de los vídeos. Hubieran sido muchos los daños colaterales de aplicar esa política en Twitch.
Y tampoco gustaba a los fundadores
Oyendo hablar al consejero delegado de la plataforma, Emmett Shear, parece que los fundadores tampoco tenían muchas ganas de acabar en Mountain View.
Querían seguir siendo independientes, y ese puede haber sido uno de los motivos principales de su decisión. Amazon les va a dejar llevar su negocio sin demasiadas cortapisas, mientras que Google tenía claramente la intención de integrar sus servicios en YouTube, convirtiendo Twitch en algo así como una 'hermana pequeña' para acumular una porción muy jugosa del pastel del vídeo online.
Tan jugosa que debería estar prohibida
Es, para muchos, la verdadera razón de que se fuera al traste el acuerdo con Google: ambas partes tenían miedo de que las autoridades en materia de competencia echaran para atrás la operación - que hubiera dado lugar a algo muy parecido a un monopolio - y no lograron ponerse de acuerdo en los términos de una posible ruptura por imposición legal.
Twitch necesita estabilidad y un socio con posibles
Google lo era, sí, pero las citadas dudas sobre el futuro de la operación teñían de gris un futuro que para Twitch, dentro de Amazon, se antoja muy prometedor. Ya no podían seguir en solitario y tampoco les seducía la opción de incorporar nuevos inversores (de hecho, rechazaron varias ofertas).
Los responsables de la plataforma de 'streaming' sabían que era hora de buscar un socio con recursos suficientes para acometer una expansión global (tener decenas de millones de usuarios sale por un pico en servidores) y forjar alianzas con los grandes nombres del audiovisual y el videojuego.
Como destacaba el propio Emmett Shear, “mantenemos nuestra oficina, mantenemos nuestra cultura, mantenemos nuestra estrategia, pero ganamos acceso a todos los recursos y productos que Amazon nos dejará para hacerlo todo mejor y más rápido”.
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