INTERNET DA SOPORTE A NUEVAS PROFESIONES DEL ÁMBITO DIGITAL
Las profesiones con más futuro están en la pantalla de tu ordenador
El sector laboral ha cambiado, no sólo por la cantidad de trabajo que se ha destruido, sino también por el nuevo trabajo que se abre camino poco a poco: he aquí algunos perfiles muy vinculados a internet que podrían ayudar a muchos a encontrar su hueco.

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Con un paro tan dramático como el actual, los ciudadanos de a pie buscamos las profesiones en las que menos desempleo haya. Y es aquí
donde surge una palabra clave: internet. Si hace una década el mundo se dividía entre los tecnófilos y los agoreros que aseguraban que eso de internet solo sería una moda pasajera, a día de hoy nadie tiene dudas de que una adecuada formación digital no nos asegurará el pan nuestro de cada día, pero nos colocará en una mejor posición.
Frente a la lenta desparición de profesiones que tradicionalmente habían representado un importante porcentaje de nuestro tejido productivo, hace
años que a nuestro mercado laboral llegaron algunas labores que no sólo van cobrando más protagonismo, sino que desarrollan una demanda que no siempre se consigue satisfacer. Son algunas de las siguientes:
- Social media. La reinvención de la comunicación. Hace pocos años empezamos a oír hablar de los 'community managers', esos profesionales
que se encargan de gestionar tanto la comunicación de las empresas a través de las redes sociales como su reputación online. Parecía que esta
profesión podría enfrentarse a una burbuja, pero, lejos de desaparecer, ha conseguido profesionalizarse aún más.
A día de hoy, el profesional del social media no solo comunica, también mide e investiga. El trabajo no solo consiste en ser la voz online de
una empresa, sino también en medir los resultados de las acciones e investigar nuevas vías de actuación. Un puesto perfecto para periodistas
y gente de marketing.
- SEO. Antes muchos empresarios pensaban que, para estar en internet, bastaba con abrir una página web y esperar a que lloviesen los clientes.
Ahora todos sabemos que, si no apareces en Google, simplemente no existes. El profesional del SEO se encarga de que su empresa consiga una
presencia en los primeros puestos de los buscadores, especialmente el más usado por todos.
Antes bastaba con dos o tres trucos para aparecer en los buscadores, pero ahora el SEO es toda una labor de ingeniería: evaluar las
actuaciones de los buscadores, conocer al dedillo sus algoritmos, adelantarse a los frecuentes cambios... Una ardua tarea que
tradicionalmente han venido realizando, sobre todo, los ingenieros y desarrolladores.
- SEM. Frente a una competencia cada vez más presente en internet, las compañías ahora invierten ingentes cantidades de dinero en las campañas
de marketing que van a realizar en los buscadores. El experto en SEM se encarga de dirigir y coordinar estas campañas. Una labor para la que
debemos mezclar los conocimientos técnicos con los de marketing.
- Marketing digital. Los directores de marketing de toda la vida tienen un problema: o se reciclan o corren el riesgo de acabar en la cola del
paro dentro de muy poco. Los tiempos en que las campañas de marketing de las empresas se basaban en colocar azafatas en los congresos o contratar a famosos para anuncios de televisión se han terminado. El ámbito digital requiere estrategias radicalmente distintas.
Un director o técnico de marketing digital debe sumergirse en el profundo océano de Internet para descubrir de qué forma va a llegar a
sus potenciales clientes. Y ojo con repetirse, que aquí los errores se pagan caros. Es una profesión no apta para dinosaurios del marketing,
sino para personas con una permanente voluntad de reciclaje y adaptación al medio.
- Experiencia de usuario / usabilidad. ¿Recuerdas cuándo te tirabas un buen rato en una web hasta que encontrabas lo que querías? Pues si esa
web existiese ahora, tendría que cerrar. El usuario de internet es cada vez más experto y tiene menos tiempo que perder, con lo que la web debe
ponérselo lo más fácil posible. El objetivo del experto en usabilidad es que el internauta encuentre cuanto antes lo que quiere, sin estorbos, molestias ni nada que le dificulte la navegación. Una profesión en la que cada vez hay más ingenieros y diseñadores.
- Diseñador web. En conexión con la anterior: ¿te acuerdas de aquellas webs que tenían gifs animados y colores chillones con el único fin de
llamar tu atención? Pues ahora hacer eso es poco menos que delito. Tampoco es tiempo de diseños preciosistas: la época en que los diseñadores eran artistas que añadían hasta el último detalle en un cartel o una web también se ha acabado. Ahora un diseño web lo que tiene que hacer es, simple y llanamente, no estorbar. El diseñador web debe dejar atrás su afán artístico en beneficio de la sencillez, a la vez que estar siempre obsesionado con el usuario.
- Experto en comercio electrónico. Del mismo modo que vender productos en la calle no es tan simple como abrir una tienda y empezar a vender,
hacerlo en internet también requiere mucho esfuerzo. Hace diez años, en España casi no había comercio electrónico y, para tener éxito, bastaba
con que vendieses algo que nadie estaba vendiendo. Ahora la competencia es mucho mayor y el éxito requiere una estrategia.
El experto en ecommerce no solo analiza el mercado para ver si hay una oportunidad. También define de qué manera se va a llegar a la gente y
estudia las acciones necesarias para que un usuario que visita nuestra web ocasionalmente acabe siendo un cliente fijo.
- Programador de aplicaciones. Antes a un programador medio solo se le pedía que hiciese una página web decente. Ahora (por suerte para ellos),
el perfil ha cambiado. El programador ya no es 'el informático' de la empresa, sino, seguramente, su principal protagonista. Además, las
plataformas ya no solo se hacen pensando en el ordenador, sino sobre todo en el móvil.
Un programador de apps necesita conocer los nuevos hábitos móviles de los usuarios para desarrollar herramientas que no solo sean útiles, sino
también sencillas de manejar.
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