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2.500 MILLONES DE PERSONAS NO TIENEN ACCESO A LETRINAS EN CONDICIONES

Un trono que distingue entre la vida y la muerte: el WC de tu casa

No solemos hablar de las letrinas, ni del servicio que nos prestan evitando enfermedades mortales, pero son uno de los mayores logros sanitarios de nuestra historia. Al menos, para algunos, porque muchos siguen sin saber lo que son.

Letrinas romanas

Letrinas romanas Wikipedia

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El baño, ese lugar. Cerrado a los demás, solo para nosotros solos, satisfaciendo necesidades auténticamente primarias, sentados, en silencio, tranquilos. Hay quien convierte el baño en biblioteca o, por qué no decirlo, en lugar de consumo de smartphones y tablets, según estudios más-o-menos fiables.

Solemos dar poca importancia al baño, a pesar de que es enorme: es un lugar privado, seguro, normalmente limpio y, aunque no lo sea, permite que nuestros residuos sean conveniente desalojados. Porque la materia fecal es un foco de insalubridad: bacterias, insectos, enfermedades, suciedad, malos olores...

La idea de conectar nuestras casas con una red acuática que se lleva de forma limpia nuestros desechos no es nueva: algo así tenían en la Antigua Roma, aunque parecimos olvidarlo en la Edad Media. Ahí no había ni baños corporales, ni instalaciones semejantes, lo que convertía muchos núcleos urbanos en enormes letrinas, y a los propios humanos en despojos andantes. No es raro imaginar por qué, entre otros muchos motivos, la esperanza de vida se ha duplicado en unos siglos.

Pero esas comodidades de las que disfrutamos no son tan comunes como nos gustarían. En muchos rincones del mundo acceder a una letrina en condiciones no es tan sencillo. Quizá recuerdes, por ejemplo, la escena de 'Slumdog millionaire'

Aunque en la exitosa producción el drama se muestra con tintes humorísticos, la dificultad de acceso a baños higiénicos supone un serio desafío en los países pobres. Según datos de UNICEF, un 36% de la población mundial no tiene acceso a baños en condiciones, de los que un 15% defecan al aire libre, lo que tiene severos efectos en la salud pública: un 25% de la población mundial tiene parásitos intestinales y 1.600 niños mueren cada día a causa de diarreas que serían fácilmente evitables con condiciones sanitarias adecuadas.

Por eso, y porque hay días para todo, se celebra el Día Mundial del WC. Suena a broma, pero no lo es: la onomástica tiene lugar a mediados de noviembre bajo auspicio de UNICEF.

Este año prepararon una llamativa acción: un videojuego de plataformas en 8 bits consistente en recoger cuantos rollos de papel higiénico puedas evitando a los grandes enemigos que acechan: falta de acceso, seguridad ante agresores sexuales, exposición, enfermedades...

Todo esto no es exclusivo de los humanos: como suele pasar, los animales también tienen reflejos de comportamientos que vemos en nosotros, y muchos de ellos tienen sus propias 'letrinas'.

Elefantes, llamas, rinocerontes o mofetas eligen sitios en los que dejar sus desechos, y regularmente vuelven a ellos, no sólo un individuo, sino todo el grupo.

De hecho, ya antes de los humanos existieron criaturas como los dicinodontes, una especie de rinocerontes de la época de los dinosaurios, seguían este mismo tipo de comportamiento. Se ve que los humanos, a veces, olvidamos las buenas costumbres de nuestros parientes y ancestros.

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