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GESTOS, POSES Y ACOMODOS PARA PENSAR MEJOR

La postura sí importa: Los estudiantes aprenden mejor de pie y no sentados

A la hora de aprender, la postura importa. Un nuevo estudio estadounidense dado a conocer en la revista internacional International Journal of Health Promotion ha revelado que los estudiantes piensan mejor de pie que si se sientan en una silla.

Estudiantes antes de los exámenes

Estudiantes antes de los exámenes Getty Images

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Además, los seres humanos prestamos más atención y nos implicamos más en el aprendizaje cuando tenemos los pies en el suelo frente a si estamos sentados. El resultado, dicen los científicos, equivaldría a sumar 7 minutos más a cada hora de participación en un entorno académico.

Para demostrarlo, Mark Benden y sus colegas del Centro de Salud Publica de la Universidad de Texas A&M trabajaron con casi 300 alumnos de primaria durante un año escolar, cambiando el mobiliario tradicional de pupitres con asientos por escritorios de pie, que son muebles altos con bancos que permiten elegir en cada momento a los estudiantes si prefieren permanecer de pie o sentados.

Aunque originalmente estos pupitres fueron implementados en las aulas para reducir la obesidad infantil, el experimento ha demostrado que este cambio de mobiliario podría acompañarse también de beneficios cognitivos y contribuir al éxito académico.

Si lo que queremos es memorizar mejor, también hay algunos gestos corporales que ayudan. En concreto, se ha demostrado que recordamos hasta con un 23% más de eficacia los detalles si permanecemos con los ojos cerrados que si los mantenemos abiertos.

A esto se suma que, tal y como se podía leer recientemente en PLOS ONE, apretar el puño derecho durante 90 segundos ayuda a que aquello que tratamos de aprender se archive con más fuerza en la memoria, porque activa el lóbulo prefrontal izquierdo, que se encarga de archivar y codificar los recuerdos. Por el contrario, cerrar y apretar el puño izquierdo nos ayuda a recordar.

Por otra parte, un estudio realizado hace una década por psicólogos australianos de la Universidad de Canberra reveló que estar tumbado es la postura más idónea para estimular la creatividad, resolver problemas mentalmente y dejar aflorar las buenas ideas. Y que pensamos peor sentados o de pie, que si nos colocamos en posición horizontal.

El arrojo con que afrontamos la vida y los niveles de estrés también se ven influenciados por la posición de nuestro cuerpo.

En concreto, Amy J.C. Cuddy y su equipo de la Universidad de Harvard (EE UU)  han comprobado que  basta con permanecer un minuto sentados en una silla con el cuerpo estirado, las manos tras la cabeza y los pies descansando sobre el escritorio para que aumenten un 19% los niveles de testosterona y se reduzca el cortisol, la hormona del estrés, que entre otros efectos causa pérdida de memoria y merma la eficacia del sistema inmune.

Dicho de otro modo, esta postura nos hace sentir más relajados y, a la vez, más fuertes, capaces y atrevidos. Por el contrario, contraer el cuerpo, inclinarnos sobre la mesa y cruzar los brazos sobre el tronco surte justamente el efecto opuesto.

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