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VENTAJAS DE NUESTROS ANCESTROS

La ciencia explica por qué somos monógamos

Las conocidas promesas matrimoniales de unirse a una pareja "en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe" parecen tener un fundamento científico.

Día de su boda

Una joven con su amiga el día de su bodaGetty Images

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La monogamia, predominante en las sociedades occidentales, ofrecía suficientes ventajas a nuestros ancestros como para renunciar a la posibilidad de aparearse con varios individuos, según recientes investigaciones. Y eso es una rareza en la naturaleza: sólo el nueve por ciento de los mamíferos son monógamos, incluyendo a algunos roedores, primates, así como a los lobos, los chacales y los coyotes.

Sin embargo, tras un pormenorizado análisis que incluía a 2.500 especies, científicos de la Universidad de Cambridge llegaron a la conclusión de que la monogamia surgió allí donde los machos eran incapaces de monopolizar y defender el territorio ocupado por varias hembras. Y que guarda relación con la dieta, ya que surgió en especies carnívoras y omnívoras con fuentes dispersas de alimentos, como carne y fruta, lo que hacía que las féminas también se esparcieran.

"Con las hembras tan desperdigadas, la mejor estrategia para el macho era pegarse a una de ellas, defenderla y asegurarse de que toda la prole que diera a luz llevaba su simiente", asegura Tim Clutton-Brock, coautor del estudio. En los herbívoros, por el contrario, con recursos a su alcance en abundancia, era más fácil para un solo macho tener bajo control un harén completo.

En los humanos, que probablemente tuvieron un ancestro polígamo como los simios africanos, la monogamia puedo surgir asimismo como resultado de cambios dietéticos, aunque Clutton-Brock también apuesta porque el lento desarrollo de las crías, que dio origen a la etapa de la niñez, también contribuyó a decantarse por tener una misma pareja toda la vida, pues "exigía un cuidado más prolongado por parte de ambos sexos".

Desde las Universidades de Oxford y Manchester, antropólogos británicos apuntan otra posible explicación: la monogamia en humanos podría haber aparecido para evitar el infanticidio.

Eso según los investigadores es porque limitándose a una hembra y a su descendencia en común, los machos tenían la posibilidad de proteger a los críos de que murieran a manos de otros machos no emparentados. Era, de hecho, una costumbre habitual en grupos polígamos porque matando a la cría la hembra que antes dedicaba toda su atención y cuidados a los retoños quedaba disponible para aparearse de nuevo.

Sea cual sea su origen, que el vínculo en una pareja se mantenga estable se lo debemos sobre todo a una hormona, la oxitocina, según sacaban a la luz científicos alemanes de la Universidad de Bonn en la revista 'PNAS'.

Esta "hormona de la fidelidad" hace que cuando un hombre ve la imagen de su pareja se active en el cerebro el sistema de recompensa, que entre otras cosas hace que perciba a su chica como "más atractiva que cualquier otra".

Se trata de una gran ventaja evolutiva ya que, reforzando el vínculo de pareja, la oxitocina "aumenta la estabilidad que las personas que aportan los alimentos a la familia y, por lo tanto, las posibilidades de que la progenie sobreviva", según concluyen los investigadores.

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