¿LE GUSTA LA TELEVISIÓN?
Dime qué serie ve tu perro y te diré cómo es
Los autores concluyen que la interacción con la televisión podría brindarles una experiencia enriquecedora y significativa.

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En los últimos 10 años se ha producido un cambio en la conducta de los perros: cada vez miran más televisión. Esta costumbre no tiene nada que ver con vagancia (ni de la mascota ni de sus humanos) sino de una mayor disponibilidad de contenido específico. DOGTV es un ejemplo destacado: un canal que ofrece una programación 24 horas al día, 7 días a la semana y está diseñada para ser visual y auditivamente atractiva para los perros, con contenido destinado a reducir la ansiedad y proporcionar estimulación.
Esto ha hecho que los científicos se interesen en investigar las consecuencias de esta nueva "costumbre". El año pasado, científicos de la Universidad de Wisconsin rastraron qué tipo de contenido de vídeo atrae más a los perros.
Los resultados, publicados en Applied Animal Behaviour Science, es que los perros responden más a las imágenes de perros en pantalla.
El estudio, realizado a más de 1.200 dueños de perros, reveló que los perros criados para pastoreo o caza tienen más probabilidades de interesarse por lo que se ve en televisión, quizás porque el proceso de crianza seleccionó la vista y la cooperación. Además, los perros mayores son menos propensos a responder a las pantallas que los jóvenes, lo que podría ser un signo de deterioro visual.
El análisis reveló que el 68% de los perros (en total 1.200 mascotas) interactuaba con una pantalla activa al menos una vez al día. El 89% de sus dueños afirmó que sus perros estaban más interesados en contenido "animal", especialmente perros en pantalla. El 26% afirmó que sus perros disfrutaban viendo "deportes de pelota"; el 17% mencionó vehículos; el 16% mencionó deportes no relacionados con pelota; y un tercio mencionó "otro" contenido, incluyendo animación.
Finalmente, el estudio reveló que un tema que no era particularmente interesante para los perros éramos nosotros, los humanos. Los programas con personas ocuparon el noveno lugar entre los programas con contenido animal.
Pero hay mucho más. De acuerdo con un estudio publicado hoy mismo en Scientific Reports, la forma en que los perros domésticos interactúan con la televisión podría depender de sus personalidades.
Por ejemplo, aquellos con un carácter más inquieto eran más propensos a seguir objetos en pantalla, mientras que los perros temerosos o ansiosos se tentaban más frente a estímulos como coches o timbres de puerta. Los perros que formaron parte del estudio veían la televisión durante un promedio de 14 minutos y ocho segundos.
Los autores, liderados por Lane Montgomery experta en cognición canina de la Universidad de Auburn, reclutaron anónimamente a 650 dueños de perros y crearon una novedosa escala de consumo de televisión para observar sus hábitos basándose en las respuestas de los dueños.
El rango de edad de la muestra final de 453 perros fue de dos meses a 16 años. La encuesta realizada a los dueños investigó las tendencias en los hábitos de los perros al ver televisión, incluyendo si los humanos intentaban enseñarle a verla, el promedio de horas semanales que el dueño pasa frente a la tele y el promedio de minutos que el perro le presta atención. Se evaluaron las reacciones de los perros a estímulos animales y no animales, y el grado de seguimiento de los objetos en pantalla.
En general, se observó que los perros reaccionaban con mayor frecuencia al ver animales en pantalla que a otros estímulos; aproximadamente el 45% de los perros respondían siempre a ruidos caninos como ladridos y aullidos. La diferencia entre personalidades mostró los mismos resultados que el estudio previo: los animales más ansiosos o con miedos, prestaban más atención a ruidos del entorno (como llamadas a la puerta o bocinas de coches), mientras que aquellos más excitables, seguían los objetos en pantalla como si existieran en la vida real. Estas diferencias de temperamento podrían orientar los enfoques de entrenamiento para corregir los comportamientos problemáticos relacionados con la televisión.
Los autores advierten que, dado que los encuestados eran dueños de mascotas cuyos perros interactúan regularmente con estímulos televisivos, los resultados podrían no ser representativos de todos los perros. Sin embargo, concluyen que la interacción con la televisión podría brindarles una experiencia enriquecedora y significativa.
De este modo, ver qué contenido es más interesante para nuestra mascota, nos puede dar pistas de su personalidad y así poder tratar y corregir mejor sus problemas.
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