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¿UN PLANETA GIGANTE O UNA ESTRELLA FALLIDA?

Los astrónomos detectan un misterioso cuerpo masivo en medio de la galaxia

El telescopio espacial Spitzer de la NASA ha desvelado la presencia de un enorme objeto en la Vía Láctea con una masa 13 veces superior a la Júpiter. Podría ser una enana marrón o un nuevo planeta.

El objeto, bautizado OGLE-2016-BLG-1190Lb, se encuentra a 22.000 años luz de la Tierra

El objeto, bautizado OGLE-2016-BLG-1190Lb, se encuentra a 22.000 años luz de la Tierra NASA/Caltech

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Las imágenes captadas por el telescopio espacial Spitzer de la NASA se utilizan para detectar exoplanetas. Normalmente, estos hallazgos se producen al observar cómo el fulgor de una estrella varía cuando un objeto pasa delante de ella, pero los científicos también pueden fijarse en los efectos que la gravedad produce en la luz. Eso se debe a que, como predijo Einstein, la presencia de un cuerpo cósmico provoca que los rayos de luz se curven a su alrededor.

Gracias a este fenómeno, conocido como lente gravitacional, un equipo de astrónomos ha descubierto un objeto masivo en el centro de la Vía Láctea. Según reflejan en un estudio aún pendiente de publicación pero recogido en un repositorio digital, el cuerpo ha sido bautizado como OGLE-2016-BLG-1190Lb, tiene alrededor de 13 veces la masa de Júpiter y orbita una estrella a 22.000 años luz de distancia en el concurrido centro de la Vía Láctea.

Aunque todavía no se ha determinado su naturaleza exacta, podría tratarse de una enana marrón, una estrella incapaz de brillar por no ser suficientemente masiva. Sin embargo, no está del todo claro porque el cuerpo se sitúa anormalmente cerca de la verdadera estrella que circunda -a unos 5 AU o 750 millones de kilómetros-, justo en el límite interior de la zona que suelen ocupar las enanas marrones. Por esta razón existe la posibilidad de que OGLE sea un planeta de proporciones especialmente grandes.

Si el cuerpo fuera una enana marrón, su situación en el borde de lo que se conoce como desierto de las enanas marrones -esa zona cercana a la estrella que orbitan donde nunca se encuentran- la haría especialmente interesante para estudiar cómo los objetos cósmicos se convierten en estrellas.

No obstante, la técnica de detección de cuerpos espaciales a través de la distorsión de la luz todavía está en pañales y, de momento, proporciona pocos detalles sobre aquellos los objetos que avista. Su perfeccionamiento podría ayudar a los expertos a estudiar las relaciones entre las estrellas y los miembros de la familia que las orbitan.

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