La periodista de laSexta arranca por su debilidad: “Esperanza Aguirre”. Tengo que reconocer que tengo debilidad por ella. Me gusta la gente que es lo que parece, y Esperanza Aguirre es lo que parece. Nunca intenta aparentar otra cosa ni ser políticamente correcta. Siempre digo que me provocó el parto por la intensidad de la entrevista”.

Sobre su abandono de la primera línea política, la periodista confiesa que le sorprendió la decisión. “Es un tipo de políticos que gusta a los periodistas porque siempre deja titulares”.

En segundo lugar elige a Dolores de Cospedal, compañera de partido de Aguirre y quizás el hueso más duro que tuvo en su plato Ana Pastor.  La vicepresidenta acusó a la televisión pública de no ser objetiva, algo que la periodista rechazó rotundamente durante la entrevista. “Los periodistas hacemos actualidad para los ciudadanos, si el político se enfada es su problema, y hablo de cualquier signo político”.

Iñaki López pregunta a su interlocutora si crea el clima de tensión en las entrevistas para descolocar a la persona que está delante, pero Ana Pastor lo niega. “Yo me adapto un poco al ‘modo entrevistado’, recuerdo una de las primeras entrevistas acabábamos de ganar el mundial de baloncesto. Yo le pregunté por el partido y, tras la tensión que habíamos tenido, yo me coloqué en ‘modo invitado’. Sin embargo José María Aznar llegó a ‘Los desayunos’ y lo primero que hizo fue una broma. Eso me descolocó. Depende un poco de como lleguen los invitados, a mí no me gusta tener una predisposición para ponerle etiquetas a nadie”.

Bien conocida es la disputa dialéctica que tuvieron Rafael Correa, presidente de Ecuador, y la propia Pastor. Sin embargo, el líder ecuatoriano no fue su entrevistado más correoso. Este dudoso honor le corresponde a Alfonso Guerra, personalidad política muy de actualidad por las declaraciones que realizó en el plató de 'Al rojo vivo'.