José disfruta de una merecida jubilación después muchos años en la empresa municipal de transportes de Valencia. Dejó de trabajar a los 60 años, algo que no le costó ya que se trataba de un puesto "bastante complicado". Desde ese año 2008, ha procurado disfrutar de los viajes todo lo que ha podido.

En 2017, perdió a su mujer, que falleció de ELA. Ahora, sus hijos están pendientes de que no le falte de nada, confesando que para él "nunca serán un coñazo". Con Gonzo, asegura que su preocupación llegará el día en el que no pueda valer por sí mismo.

"Creo que soy una persona un tanto independiente, que no quiero que estén pendientes de mí. Lo he pasado con mi madre, con mi padre y ahora no quiero que mis hijos tengan la obligación de estar pendientes de mí. No querría estar en casa de uno de los hijos o que vinieran a cuidarme. El día que ocurra, la idea es no depender de ellos, una residencia bien atendido... es la idea que me ha pasado por la cabeza bastantes veces", comenta.

Sus cuatro nietos, ya "creciditos", le tienen atravesando una etapa "maravillosa". "A mis nietos los quiero de aquí al cielo", reconoce José en Salvados.