Cote Romero, coordinadora de la plataforma por un Nuevo Modelo Energético, asegura en ‘Salvados’ que cada vez hay más casos de familias que no pueden pagar el gas. “La crisis económica está incidiendo en la población española y las tasas de pobreza energética se están incrementando de una manera dramática”, comenta.

El último informe de la Asociación de Ciencias Ambientales, con datos de 2010, arrojaba que una de cada 10 familias estaba en situación de pobreza energética. Sin embargo, con la crisis económica se ha agravado y ahora prevén que se va a incrementar mínimo “el 15% de las familias que están en situación de pobreza energética”, explica.

La pobreza energética se produce por tres causas que inciden en ella. La primera es “una renta baja”; la segunda “es el incremento continuado de los precios energéticos; y la tercera es “la mala calidad en la edificación porque se nos escapa el calor por las rendijas, las ventajas…”. Y es que “se ha construido muy mal, sin criterios de eficiencia energética”, asegura Cote Romero.

"Hay casos en que los menores no tienen luz para estudiar"

Hay muchos indicativos que marcan que la pobreza energética va en aumento, como es el caso de los bancos de alimentos “que ya están dando instrucciones de que demos alimentos que no tengan que ser cocinados, porque las familias receptoras no tienen electricidad o no tienen gas para cocinar los alimentos”.

Las consecuencias de la pobreza energética afectan sobre todo a los niños, a los ancianos y a los enfermos crónicos. “Hoy en día, casi todos los niños en colegios públicos y privados vienen con tareas de buscar información para hacer deberes en Internet e incluso tienen que imprimir. En caso de pobreza energética que no tienen acceso a la luz en casa, es imposible cumplir con las tareas que les han mandado en el colegio”. “Hay en muchos casos en que los menores no tienen ni tan siquiera luz para estudiar”, asevera la coordinadora de la plataforma por un Nuevo Modelo Energético.

En problema de la pobreza energética “no tiene apenas visibilidad” porque afecta en el ámbito doméstico y está afectando a las clases medias. “A la gente le da pudor manifestar que a pesar de tener un sueldo no pueden poner la calefacción en invierno”, comenta.

El primer paso que hay que dar para intentar solucionar la pobreza energética es “reconocer el problema”. Sin embargo, es algo que no se ha dado todavía por parte del poder político “porque desgraciadamente la política energética está secuestrada por los intereses económicos de las grandes corporaciones”, explica Cote. “Sin lugar a dudas, en el aumento descabellado del precio de la electricidad está la mano de las grandes eléctricas”.