En el centro de Sevilla, encontramos un pequeño piso donde muebles y objetos llenan cada centímetro de sus 50 metros cuadrados. Su dueño es un gran viajero y allá donde va compra aquellas cosas que puedan encajar con la decoración de su casa. Queda patente su gusto por el arte y por todo lo clásico.
Sevilla: Una casa maximalista