En Madrid, la policía es requerida para que disuada una reyerta entre cinco personas que se ha iniciado en el interior de un domicilio. Llegados, salen del coche y se adentran en el edificio.

En la entrada del piso se encuentra una mujer llorando, quien cuenta a los agentes que su marido la quería pegar. En su declaración muestra claros síntomas de embriaguez.

Localizan a su marido en el interior de la vivienda. Tiene varios arañazos por todo el cuerpo, y niega haberla agredido. La mujer aclara que ha sido la madre de su pareja quien la ha golpeado.

Piden que salga para tomarle declaración, pero, en su lugar, los familiares comienzan a insultarla. Llevan a la mujer a la calle para que se calme, y llaman a los servicios sanitarios.