Alberto Chicote conoce a Manuela, la cocinera del nuevo restaurante que necesita su ayuda. La empleada confiesa al chef que está agobiada y no la dejan trabajar tranquila. Y es que cree que a su jefa le gusta meterle caña, que es lo único que hace. “No hace nada más que lucir su palmito por ahí y darle charla a la gente”, se queja delante de Yolanda. “Estoy aquí ¿eh?”, se indigna la propietaria.
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