Era un secreto a voces que durante años un grupo de patólogos del Hospital Público Gregorio Marañon de Madrid usaban los laboratorios para hacer pruebas a pacientes de sus clínicas privadas. Así lo denunciaba uno de sus médicos, al que ahora un informe de Sanidad le da la razón.

Lo llamativo del caso es que la Consejería a pesar de haber probado que  se realizaban pruebas con medios públicos a pacientes de la sanidad privada, deja en manos de la Fiscalía la posible trama de corrupción y sólo abre expediente disciplinario a los profesionales por no avisar de que estaban trabajando en las dos sanidades, la pública y la privada.

El doctor Martínez Montero ha recopilado material que prueba que 8 médicos trabajaban en clínicas privadas y con seguridad 4 aprovechaban el laboratorio para todos sus pacientes.

Una de las prácticas que llevaban a cabo era la realización de biopsias en el hospital privado y las mandaban a analizar al público al que se cargaban los costes y ellos cobraban al paciente importantes cantidades porque se trataba de pruebas muy caras.

En exclusiva, Más Vale Tarde ha hablado con uno de los médicos expedientados, no quiere dar la cara pero en conversación telefónica nos asegura que él nunca ha realizado ese tipo de prácticas. El Hospital le ha comunicado la apertura del expediente pero sigue ejerciendo.

Tampoco tenía constancia de que tuviera que comunicar a la dirección general de Sanidad que trabajaba para otras clínicas. Los trabajadores del Gregorio Marañón pretenden que se aclare cuanto antes este posible fraude a la sanidad pública que ha dejado a cientos de usuarios sin recursos para sus tratamientos.