Entre copa y lo que no es copa, en Magaluf se ha colado presuntamente la corrupción. Así lo denuncian los empresarios de la calle con más fiesta por metro cuadrado de España.

Según los denunciantes, el cabeza de esta trama sería José Antonio Navarro, jefe de la Policía Local de Calviá. Desde el lunes, Navarro se encuentra en prisión preventiva. Sin embargo, no ha sido el único detenido, pues también le acompañan en la cárcel dos agentes del cuerpo.

"Lo que se ve es que hay una corrupción político-empresarial y policial", afirma Alejandro Jara, empresario en la localidad mallorquina de Magaluf.

Todos ellos, al parecer, extorsionaban a los dueños de los locales nocturnos. Según la denuncia, los policías usaban drogas para incriminar a algunos establecimientos. Además, habrían aceptado presuntamente sobornos de vendedores ambulantes y de prostitutas.

"Hace mucho tiempo que se venía hablando del tema. Muchos nos hemos quejado a las autoridades", señala Jara.

Según la asociación de comercio turístico, los policías no trataban de manera equitativa a los hosteleros. Los comerciantes aseguran que los excesos se producen en casi todas las discotecas y que los agentes sólo denuncian a unas pocas.

“Mientras que a ellos le han puesto denuncias por el mismo motivo, a esos locales no se les ha tocado”, señala Pedro Medino, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes.

Los comerciantes de Punta Ballena no quieren hablar porque tienen miedo. De momento, la investigación está bajo secreto de sumario. Sin embargo, parece ser que este caso es sólo la punta del iceberg de la corrupción en la noche mallorquina.