Tres patas sustentaban hasta ahora los 38 millones de euros de la fortuna de Bárcenas. La primera, sus acertadas inversiones en Bolsa. La segunda, su predilección por los negocios inmobiliarios. La tercera, su gusto y el de su señora Rosalía por el mundo del arte. Isabel Mackinlay desmonta ahora esta última teoría.

Bárcenas dijo ante el juez que su mujer, ama de casa de profesión y coleccionista por vocación, ingresó 560.000 euros en su cuenta tras vender unos cuadros. El extesorero no contemplaba ninguna duda posible sobre esta operación. Pero ahora,  Isabel Mackinlay dice que no.

Primero lo desmiente en una entrevista en Interviú. "Lo que dice la señora Iglesias es todo mentira". Y aunque no lo quiso confirmar en televisión, ante el juez ha asegurado que se hizo pasar por marchante de arte a cambio de 1.500 dólares. Es decir, firmó el contrato pero los cuadros ni los vio.

Peso a ello, el extesorero del PP siempre ha mantenido la legalidad de su fortuna. "He sido una persona inquieta, eso que se llama ahora un emprendedor", afirmó en una entrevista.