Fue uno de los símbolos del 'typical Spanish'. La muñeca flamenca que por los 70 adornaba la ya desaparecida televisión de tubo. Su fama alcanzo dimensión internacional y era uno de los productos más demandados para tener un recuerdo de nuestro pais.

Se fabricaba en Chiclana de la Frontera; en la empresa Muñecas Marín que ahora cierra sus puertas después de casi un siglo de vida. La gerente de Muñecas Marín, Lourdes Marín ha afirmado que "la crisis ha sido muy importante pero el sector asiático ha sido el que más ha influenciado en el fin de la empresa".

Y es esa competencia la que le ha dado la puntilla. Atrás quedó la época dorada en la que hasta la faraona, Lola Flores, sirvió de modelo para una de las muñecas. Poco a poco y sobretodo en la última década fueron apareciendo más y más copias; todas fabricadas en china. Y aunque la diferencia salta a la vista; el bolsillo al final es el que manda.

Hubo quien a través de internet buscaba soluciones para que la muñeca se adaptara a las nuevas tecnologías. La fábrica llegó a tener cientos de trabajadores, muchos de ellos artesanos. 

En Chiclana reconocen que es triste ver como desaparece todo un emblema del pueblo. Queda saber ahora si al menos el museo de las muñecas Marín abrirá sus puertas en un futuro. Mientras tanto, los coleccionistas han convertido ya a estas muñecas en objetos de culto.