Miles de peces han aparecido muertos en la orilla del río en la región de Tianjin. Los nivels de cianuro son 356 veces superior a lo normal y la preocupación cada vez es mayor ya que el compuesto químico puede ser mortal si se inhala o ingiere.

Los hechos incrementan el temor de la población a una contaminación de gran envergadura. También el miedo a una fuga, por las imágenes de numerosos peces muertos en el área de un río a seis kilómetros del epicentro del accidente industrial.

Las autoridades siguen reduciendo la amenazada, insistiendo en que el suministro de agua y la calidad del aire se mantienen dentro de los niveles seguros. Y que no es raro que grandes cantidades de peces mueran en ese rio en verano, debido a la mala calidad del agua, pero que lo investigarán.

La explosión ha dejado un mayor daño medioambiental de lo pensado, con un punto neurálgico, el puerto de Tianjin, donde trabajan para limpiar la zona. La oficina de Medio Ambiente asegura haber levantado un muro protector de tierra para evitar que se filtren sustancias peligrosas.