España se queda sin profesores. En dos años, hemos perdido 24.248 docentes no universitarios. La cifra la da el Ministerio de Hacienda, que dos veces al año hace un recuento oficial del personal al servicio de las administraciones públicas.

El problema surge, según denuncian los sindicatos, cuando un profesor se jubila en España. La plaza queda  vacante y difícilmente se cubre, y cuando se hace, el Ministerio elige personal interino que imparte clases con peores jornadas y con condiciones salariales más bajas.

Con todo y con eso, en 2012 bajó el número de contratados en nuestro país y aunque el año pasado aumentó la cifra, los datos revelan una bajada de más de 4.000 puestos docentes en dos años.

La caída coincide con la aprobación de un Real Decreto el 30 de diciembre de 2011. Un documento que  ordena la congelación de las ofertas de empleo público, con la excepción de servicios esenciales como la educación o la sanidad.

Para estos servicios se permite una tasa de reposición del 10%. Por eso desde entonces, solo entra un profesor fijo por cada diez que se jubilan o fallecen. ¿Los principales perjudicados? Los alumnos.

Con menos profesores por clase y aulas cada vez más llenas. Datos que se distribuyen de manera irregular en nuestro país. Murcia, Castilla-La Mancha, La Rioja, Andalucía, Baleares o Navarra son las comunidades autónomas que más profesores han perdido en estos dos años.