¿Alguna vez se le ha pasado por la cabeza suicidarse?, es sólo una de las preguntas del test que deben superar los pilotos antes de poder volar. Las pruebas psicológicas y físicas se hacen en un centro homologado. Jorge Dengra, comandante e instructor de aviación, cuenta que son unas pruebas comunes que pasan los pilotos en toda Europa".

Lo primero que tienen que hacer es una declaración de salud en la que se pregunta por problemas respiratorios, cardiovasculares y también mentales, cuyas respuestas son sí o no.

Después se someten a un test de personalidad con afirmaciones cotidianas pero también más incisivas como por ejemplo "a veces me siento muy contrariado conmigo mismo", tengo cambios de humor radicales" o "creo que la gente es fundamentalmente malvada". Estas respuestas son en varios niveles que van desde el "nada de acuerdo", hasta el "completamente de acuerdo".

Con este tipo de test se analizan los niveles de ansiedad, depresión, impulsividad, pero también detectan si una persona es modesta, franca, sensible, extrovertida o introvertida. Además, miden los niveles de responsabilidad, competencia, sentido del deber. Y conocen sus valores, ideales y si tienen fantasías.

El test es sólo una evaluación previa, y su resultado sirve de orientación para la entrevista personal que posteriormente realiza un médico psicólogo especializado, cuyo objetivo es detectar posibles anomalías en el comportamiento.

Jorge Dengra cuenta que "hay dos tipos de examen, uno para ser piloto, que es mucho más exhaustivo, y luego el reconocimiento médico anual que es el que pasan los pilotos con licencia".

Si el candidato supera el examen recibe una certificación que dura un año. Transcurrido ese tiempo, los pilotos tienen que volver a someterse a otra evaluación psicofísica. Aunque eso no implica que tengan que repetir el examen psicológico. El médico valorará si es necesario o no.