Esperanza Aguirre ha roto su silencio de cuatro meses a lo grande. La tarde del 16 de enero estalla el 'Bárcenasgate'. Pero ya por la mañana, la presidenta del Partido Popular se mostraba primero despechada, entre bromas; y después, muy molesta por ver como casos como el de Bárcenas empañan la labor política.
Al día siguiente, tres entrevistas más. En Onda Cero, Aguirre exigió que la corrupción se investigue inmediatamente. Y llega el viernes 18. El 'caso Bárcenas' está en plena ebullición y Aguirre visita 'Los desayunos de TVE'. Entre otras perlas, Esperanza Aguirre habla de indignación, de crisis institucional de su partido y del peligro de salir salpicados.
Al sexto día, descansó; pero el domingo, desayunamos con la Aguirre más estricta. "Voy a proponer que dentro del PP de Madrid se institucionalice una especie de Fiscalía Anticorrupción, que haga la función de 'Asuntos Internos', y que sea dirigido por unas personas absolutamente intachables", confiesa la expresidenta de la Comunidad de Madrid en ABC.
Este martes, Esperanza Aguirre repetía, una a una, todas las frases que ha pronunciado estos días, y añadía una más. "Yo desconozco las cuentas. Yo creo que sólo con conocer las cuentas se pondrá atención en los gastos". Al final, siete días metiendo el dedo en la llaga en un caso que parece tener aún mucha cuerda.