El último cartucho para los vecinos de un bloque de viviendas sociales de Carabanchel es posar desnudos, con la mirada seria, solos o con su familia. Lo que haga falta por conservar su casa. "Me quedan pocos meses de paro y no sé cómo voy a poder pagar", comenta una de las vecinas.

Sus pisos fueron vendidos a una empresa especializada en comprar barato para luego subir el precio de los alquileres, tanto que los inquilinos no pueden pagar. Es lo que llaman un fondo buitre. La orden de desahucio es cuestión de tiempo.

La nueva propietaria sube el alquiler más del 42 por ciento, una vez que pasan diez años desde que se adjudicaron las viviendas. Además, les impide comprarlas, tal y como firmaron con la Empresa Municipal. Muchos están a punto de cumplir el plazo y tienen miedo porque con los fondos buitre no es fácil negociar.

“Me han dejado desnuda, tanto de trabajo como de casa, porque no sé lo que va a pasar. A mí me caduca este año el contrato de la casa”, declara preocupado uno de los vecinos. Otra añade que "si a 480 le añades un 42 por ciento, son 800 euros. Si yo tuviera 800 euros para pagar un alquiler no viviría en una vivienda social".

Si el viernes pasado era Wilson y su pareja, padres de tres hijos, quienes se iban a la calle en Vallecas, después de que el mismo fondo buitre les desahuciara, el próximo será Fernando. Le pueden ver desnudo en el mes de enero, con su familia. El lunes, su hija de tres años, se queda sin casa.