¿Saben cuando se dice eso de que antes "todo esto era campo"? Pues lo era. Año 2007. Sólo las carpas o los buitres negros rondan la isla de valdecañas. En ese momento, el caudal del Tajo ya comienza a verse mermado por la futura construcción de un macrocomplejo turístico. Son sólo los primeros cambios que traerá consigo la urbanizacíon. Después, llegarán los camiones. Y con ellos, los atascos, los chalés de lujo, los campos de golf y los hoteles. El  problema es que todo esto se construyó de forma ilegal.

En el año 2007, la Junta de Extremadura recalificó estos terrenos protegidos, y los hizo urbanizables. Eso atrajo a inquilinos ilustres. Según 'ABC', los Aznar, los Borbón Gómez-Acebo, los López-Ibor o el cantante Carlos Baute invirtieron allí. Pero a Paca eso no le dio miedo, y con ella a la cabeza, los ecologistas de la zona comenzaban su lucha.

En el 2011 ganan la primera batalla. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura declara nulo el proyecto y obliga a la Junta a su derribo. Eso sucede el 6 de febrero. 52 días tardó el gobierno de Vara en cambiar la ley para adaptarla al proyecto.

El 29 de marzo se publicaba la resolución: "La mera inclusión de unos terrenos en la Red Ecológica Natura 2000 no determinará, por sí sola, su clasificación como suelo no urbanizable". Un cambio de ley a medida que de nada sirvió a la Junta. Los ecologistas recurrieron al Supremo. Y de nuevo, ganaron.

El Supremo dice que la isla de Valdecañas es ilegal. Mientras, la empresa promotora de las obras, que en su dia firmó un contrato con los inversortes garantizándoles que no habría problemas, ha declarado un preconcurso de acreeedores. El Gobierno extremeño por su parte, pide al Tribunal Superior de Justicia que le exima de acatar la sentencia.