Así a ojo, Varoufakis tiene muy poco que ver con sus homólogos europeos. Estéticamente, diferencias obvias. Nada de traje y corbata. Vaqueros, camisas y chaquetas de cuero van más con el estilo del Ministro.

Un ministro que no llega a los sitios en el protocolario coche oficial, sino que se mueve en moto, quizá por eso en vez de utilizar un maletín usa mochila. Pero más allá del cuero, la sonrisa, el pelo rapado y el porte atlético, Varoufakis es diferente.

No es raro ver cómo él mismo contesta a través de su Twitter a algunas críticas de los medios. Pegado a la información, familiarizado con las redes sociales y las nuevas tecnologías, Varoufakis también tiene un blog en el que escribe regularmente desde el año 2008. Ya ha anunciado que quizá ahora publique menos, pero que no va a dejar de hacerlo.


Usó precisamente el blog para confesar su mayor miedo: convertirse en un político. Por eso, dice llevar en su chaqueta su carta de renuncia, para entregarla cuando vea que está mintiendo al poder