La Congregación de los Maristas de Cataluña indemnizará con 400.000 euros a 25 exalumnos que sufrieron abusos sexuales. La vía judicial se archivó, pero de esta forma una parte de las víctimas recibirá una compensación económica.

Los curas implicados por fin han reconocido los abusos. Lo han hecho 40 años después de que ocurrieran algunos de los 25 admitidos. Sin embargo, la investigación del Periódico de Cataluña que inició el caso tiene registrados casi un centenar de víctimas.

Todo se inició por el caso del ya condenado por cuatro abusos y profesor marista de gimnasia Joaquín Benítez. Fue sentenciado a 21 años de prisión, pero aun está en libertad.

Encerraba a los alumnos en su despacho, les decía que les iba a dar un masaje y en realidad les realizaba tocamientos, masturbaciones y felaciones.

En el documental Shotball, Benítez hablaba así de lo que había hecho: "Cuando yo hablaba con un niño y hacía este acto tan deshonesto, le comentaba '¿te importa que te mire esto?', '¿te importa que te haga esto?', siempre con respeto. Bueno, ha sido una situación que de vez en cuando se me iba de la mano, porque lo tenía casi como normalizado".

Si no tuvo vergüenza para decir que actuaba "con respeto" tampoco la tuvo para montar un numerito de perdón: "Os pido perdón por mis actuaciones deshonestas, pero quiero que sepáis que profundamente estoy muy dolido, aunque no me salgan las lágrimas".

Sus victimas aún sufren ataques de pánico cuando escuchan un cerrojo. Benítez fue el primer caso denunciado, pero no fue el único depredador: hay 51 denuncias de casos entre 1962 y 2018, en todos estos colegios catalanes. En total 18 docentes: 12 religiosos, cinco seglares y un monitor.

Jota, le llamaremos así, sufrió abusos durante 6 años: desde los ocho hasta los 14. En 2016 se enfrentó a su abusador y le grabó. Su primera pregunta fue por qué: "Necesito saber por qué hiciste todo eso", preguntó para obtener la siguiente respuesta: "No me preguntes por qué, pero que lo siento... eso es así. Yo pienso que fue un tratamiento capilar que usé durante tres años".

Para Jota la excusa fue tan ridícula que no pudo dejar de insistir. Entonces, la reacción del abusador cuando Jota le recuerda las decenas de veces que le forzó sexualmente fue afirmar que era un juego "de crío a crío".

El de los maristas es el caso de abusos documentado más grande en un entorno religioso de España. Los religiosos ahora dicen que están profundamente avergonzados y que piden perdón. Sin embargo, al padre que inició todo no le hicieron caso.

Su hijo le contó lo que había sucedido por Whatsapp. "Mi hijo empezó a decirme que no tenía ganas de vivir. Entonces, mi mujer empezó a forzar una situación para que le contase lo que le pesaba de verdad. Entonces le explicó a su madre que el profesor de gimnasia había abusado de él", explicó en Scoop en 2019.

Para buscar más casos llenó la calle con la foto del profesor. Le llegaron más de 100 correos y se convirtió en quien lideró todo el caso. Según afirma, está seguro de que los maristas conocían los abusos.

La indemnización a las victimas oscila entre 10.000 y 60.000 euros. En total unos 400.000. Sin embargo, en éste, como en otros casos, es imposible que el dinero pague el daño.