Los agentes se preparan para dar caza a un hombre. Llevan tiempo intentando cogerle. Lo siguen de cerca y capturan cada detalle. Sospechan que está a punto de cometer un delito. El hombre al que investigan para en un centro comercial.

Los agentes siguen grabando. Saben que no va a una sucursal bancaria ni a robar a una de las tiendas. Su objetivo es una sala de cine. El preestreno de una película es una ocasión única para los piratas. Poco público, sin ruido ni testigos.

El propio cine ya ha tomado medidas. Ha contratado a dos especialistas para cazar a los piratas. Revisan el cine palmo a palmo y buscan entre los espectadores. Cualquiera puede ser el pirata, la persona dispuesta a hacer perder al sector del cine más de 300 millones de euros al año. Buscan cualquier señal de que alguien está grabando la película con una cámara especial. Un visor nocturno que detecta el más mínimo destello. Los móviles suelen confundirles.

Los vigilantes detectan a dos chicos grabando desde la última fila. La cámara va camuflada en una caja de palomitas y oculta bajo una cazadora. Les pillan in fraganti. El vigilante les pide que salgan y uno de ellos intenta deshacerse de la cámara, la prueba que lo inculpa. Se la pasa al joven de la fila de abajo. Los cuatro están compinchados para copiar la película. La versión pirateada podría estar en Internet incluso antes de su estreno. ¿Cuánto dinero pueden ganar por subir este contenido a la red?