Una joven irlandesa de 18 años es grabada con un teléfono móvil mientras practica sexo con 24 hombres. La imagen se expande por las redes sociales y escandaliza a medio mundo. Equipo de Investigación estrena el viernes a las 22:30 horas Turismo salvaje, un programa que visita Magaluf, el paraíso de los excesos, el punto más caliente de la isla de Mallorca. Aquí sexo en público, balconing y borracheras son habituales cada noche. ¿Cómo se ha llegado a este extremo? ¿Está la imagen de nuestro turismo en peligro?

Equipo de investigación aborda y analiza este fenómeno, el que muchos llaman de clase B o de bajo coste ¿Es una nueva tendencia en nuestra economía? El programa parte de un dato, el turismo representa más del 10% del PIB de nuestro país.  Es el motor que tira en tiempos de crisis. Magaluf es el ejemplo más barato de este sector.  Es el escenario donde confluyen los principales actores implicados en un modelo turístico cada vez más extendido. En Punta Ballena, una calle de 500 metros, su principal arteria, pugnan intereses económicos, empresariales y hasta políticos con una presunta trama de corrupción detrás.

Con Magaluf salta la polémica, pero ¿cuáles son los otros escenarios del turismo de clase B en España? Benidorm es uno de ellos. Recibe 300 vuelos diarios de Reino Unido y genera 5.000 empleos temporales cada año. Es un bocado muy suculento para todos los sectores, hasta para los taxistas piratas. También es la meca del alcohol barato. Las Vegas en versión playas, discotecas y desenfreno.

Las empresas que alquilan alojamientos turísticos saben del potencial de este sector. Algunas compañías ofrecen hasta 70.000 alojamientos turísticos en España. Barcelona es su plato fuerte. La Ciudad Condal recibe 40.000 turistas diarios, siendo la más visitada de España. El contrapunto son barrios como la Barceloneta, tomados por turistas con interminables ganas de juerga. Los propietarios de los apartamentos que alquilan, algunos no regulados, se enfrentan a 90.000 euros de multa.

La nueva realidad del sector turístico español plantea una pregunta: ¿Es verdaderamente rentable el turismo barato para la economía española?