Se ha hablado mucho sobre la posibilidad de que el conflicto de este verano entre España y Gibraltar, podría tratarse de una cortina de humo utilizada por el Gobierno y los medios para desviar la atención sobre los problemas que rodean el entorno de Mariano Rajoy y la cúpula del Partido Popular.

En este sentido, el periodista José María Carrascal, no apoyaría esta idea, pero tampoco que se trate de un conflicto diplomático grave. "Gibraltar es un viejo contencioso, una herida viejísima que emerge de un modo intermitente en España, y ahora ha vuelto a emerger", afirma.

"Y esto ha sucedido porque el nuevo ministro de Asuntos Exteriores español eliminó el foro tripartito que existía, lo que ha molestado mucho al señor Picardo, porque con él Gibraltar alcanzaba igual categoría que España y el Reino Unido".

Martin Roberts, por su parte, asegura que en Inglaterra "nadie se plantea que se trate de una cortina de humo, ni siquiera la oposición política".

Respecto al tema de los bloques lanzados al mar por Gibraltar, el periodista inglés recuerda que cuando habló con el Ministerio de Asuntos Exteriores el domingo que siguió al 24 de julio, "nadie me habló de los bloques, sino de las retenciones en la frontera, que España tenía el derecho y la obligación de vigilar sus fronteras, y nada más".

José María Carrascal, periodista veterano en este tema, señala que "el que paga siempre es el más pobre. En este caso hay un conflicto de soberanía de las aguas, y los pescadores están en medio". "El tratado de Utrecht no habla de esa soberanía porque entonces no existía ese concepto. No creo que se pueda decir que las aguas son de uno o del otro", termina.