El Españolisto’ se desplaza hasta Marbella atraído por sus playas paradisiacas, por la hospitalidad de su gente y por el brutal e infame chorreo de corrupción sin precedentes que hace varios años arrasó la ciudad y la dejó tiritando. Incluso hoy, calcular el valor de todo lo que requisó la Policía Nacional en la ‘operación Malaya’ es un trabajo de chinos, pero de chinos empollones.

En total se estima que fueron intervenidos bienes por valor de 2.400 millones de euros. Era como el escaparate de ‘El precio justo’ pero a lo bestia. Cuadros, joyas, reliquias, ordenadores, armas de fuego, cajas fuertes, furgonetas, coches, un autobús, un helicóptero, caballos, una ganadería de toros bravos, cámaras de fotos y dinero. Para que nos hagamos una idea, el valor de todo eso es muy superior a las cantidades destinadas a Educación o a Justicia en los Presupuestos de 2013. De hecho, triplica con creces lo que va a gastar el Gobierno en Cultura y Deporte.

España invertirá este año en Cooperación para el desarrollo alrededor de 520 millones de euros. Pues bien, con lo intervenido a Juan Antonio Roca y compañía esa cantidad podría ser cuatro veces mayor. Aunque puestos a imaginar en qué podríamos gastarnos 2.400 millones, estaría genial, por ejemplo,  fabricarnos nuestro propio gran colisionador de hadrones español para recrear el origen del universo. De hecho, el de Suiza costó menos que eso, pero es que aquí no entendemos mucho de hadrones, de ladrones lo que quieras, pero en física de partículas pinchamos.